Definición de pinocitosis

El concepto de pinocitosis proviene del vocablo inglés pinocytosis, a su vez derivado del francés pinocytose (cuyas raíces etimológicas se encuentran en el griego). Así se denomina al proceso que permite a una célula la incorporación de líquidos a través del desarrollo de vesículas en su membrana plasmática.

La pinocitosis es una clase de endocitosis: así se denomina al mecanismo por el cual una célula introduce partículas en su interior mediante su membrana. También suele mencionarse a la pinocitosis como la fagocitosis de moléculas solubles, siendo la fagocitosis la captura de partículas gracias a pseudópodos (extensiones del citoplasma).

En el caso específico de la pinocitosis, las vesículas se desarrollan en la superficie celular que se halla recubierta por una proteína llamada clatrina. Estas vesículas pinocíticas o pinosomas, mediante un procedimiento de invaginación, llegan al citoplasma. En este punto la cobertura de clatrina se desvanece y las vesículas terminan fusionándose con los endosomas y finalmente arribando a los lisosomas.

Puede decirse, en definitiva, que la pinocitosis se inicia con el desarrollo de un hueco en la membrana de la célula. Dicho hueco luego se invagina para formar la vesícula, cerrándose en torno a la partícula soluble hasta que la vesícula se desliga de la membrana y se incorpora al citoplasma. En lenguaje coloquial, sin ningún rigor científico ni precisión, podría afirmarse que así la célula logra “beber”.

Es importante mencionar que la pinocitosis es frecuente en las células eucariotas. Se estima que los huecos revestidos con clatrina pueden ocupar cerca del 2% de la superficie de la membrana celular. Cabe mencionar que su vida es realmente corta desde nuestro punto de vista, ya que suele durar un promedio de dos minutos.

La pinocitosis se puede llevar a cabo de dos maneras bien definidas, que podemos entender como dos tipos de este mismo proceso: la pinocitosis fluida y la adsortiva. La principal diferencia entre ambos es la manera en la que las sustancias o las partículas que están suspendidas se incorporan en el citoplasma.

En el caso de la pinocitosis fluida, la absorción de las sustancias tiene lugar en forma de solubles en el propio fluido. La velocidad a la que estos ingresan en la célula es directamente proporcional a la concentración que posean en el medio exterior, pero también está ligada a la capacidad que tenga la célula de generar vesículas pinocíticas.

Por otro lado, en la pinocitosis adsortiva, la velocidad de ingreso de la molécula se calcula teniendo en cuenta su concentración en el medio extracelular y la cantidad, la función y la afinidad de los receptores que se hallan en la superficie de la membrana de la célula.

Para entender esta diferencia podemos apelar a una comparación general, tomando como referencia un proceso de cada tipo de pinocitosis que se encuentren en iguales condiciones, es decir que posean la misma concentración de moléculas a absorber: en un caso como este, la velocidad de la adsortiva superaría la de la fluida en un rango que va desde las cien a las mil veces; además, presentaría una mayor eficiencia en la absorción de líquidos, o sea que absorbería menos.

La cantidad de receptores que encontramos en la membrana celular para llevar a cabo la introducción de macromoléculas en su interior de manera selectiva supera los veinte. A lo largo de la pinocitosis, también ingresa un fluido diferente al que se encuentra en el citoplasma, pero esto no se hace selectivamente; esto se conoce como endocitosis en fase fluida.

Es posible encontrar más de una clase de receptor en cada cavidad recubierta de clatrina. Todos ellos se internalizan de manera simultánea a través de una sola vesícula.

Definición siguiente →