Definición de citoplasma
Se llama citoplasma a la región de una célula que se halla entre el núcleo y la membrana plasmática. En el citoplasma es posible reconocer diversos orgánulos celulares.
Recordemos que una célula es la unidad esencial de un ser vivo con capacidad de reproducción independiente. En su núcleo, que en el caso de las células eucariotas se ubica en el centro, alberga el material genético. La membrana plasmática, por su parte, es una capa compuesta por dos láminas de proteínas y lípidos que delimita y da forma a la célula.
Retomando la idea de citoplasma, podemos decir que se trata del sector celular que se encuentra entre la membrana plasmática que rodea la célula y el núcleo que se ubica en el centro. El citoplasma es un coloide formado por un líquido llamado citosol y por los distintos orgánulos que contiene.
En el citoplasma, por lo tanto, se encuentran los orgánulos, que se desplazan y desarrollan funciones en el citosol. Suele diferenciarse entre el endoplasma (una zona densa del citoplasma, cercana al núcleo de la célula) y el ectoplasma (región de menor densidad que el citoplasma y próxima a la membrana plasmática). Los orgánulos, como las mitocondrias, los ribosomas, las vacuolas y el aparato de Golgi, se distribuyen en el endoplasma.
Cabe destacar que en el citoplasma también se detectan las membranas que componen el retículo endoplasmático (liso y rugoso) y los filamentos que dan lugar al citoesqueleto.
Es importante mencionar también que las células procariotas, que carecen de un núcleo delimitado, también cuentan con citoplasma.
Enfermedad de Gaucher
Existen diversos trastornos asociados al citoplasma, independientemente del grado en el que éste se vea afectado, y la enfermedad congénita sin presencia de dominancia genética conocida como enfermedad de Gaucher es uno de ellos. La causa de su aparición es una cantidad excesivamente baja de enzima beta-glucosidasa, lo que acarrea un acúmulo de glucocerebrósido en las células pertenecientes al sistema retículo-endotelial, también conocido como fagocítico mononuclear.
La enfermedad de Gaucher se considera rara, y entra en el conjunto de las lipidosis, los trastornos metabólicos hereditarios que provocan la acumulación de grandes cantidades de lípidos en ciertas células y tejidos, además de pertenecer al grupo más extenso de enfermedades de almacenamiento lisosómico o por depósito lisosomal.
Entre los síntomas principales se encuentran la hepatomegalia (un aumento anómalo de las dimensiones del hígado), la esplenomegalia (la estructura esplénica se agranda más allá de sus límites normales) y ciertas alteraciones hemáticas.
Los glucocerebrósidos son componentes muy importantes de la membrana celular de los nervios y los músculos, y se acumulan en las células de Gaucher, las cuales tienen un aspecto muy particular: poseen un gran tamaño, su núcleo no se desplaza y su citoplasma tiene aspecto de «papel celofán arrugado». Estas células se pueden apreciar especialmente en el hígado, en los ganglios linfáticos y en la médula ósea.
Precisamente, el aspecto tan peculiar del citoplasma sirve en el proceso de diagnóstico de la enfermedad, ya que las técnicas más usadas en este contexto tienen entre sus objetivos principales la búsqueda de macrófagos con dichas características, o sea, las células de Gaucher.
Cabe mencionar que los macrófagos son las células del sistema inmune que se ubican en los tejidos y se encargan de consumir el material extraño en el organismo. Su procedencia son las células de la médula ósea que, por medio de su división, dan origen a monocitos que atraviesan los capilares y penetran en el tejido conjuntivo.
Con respecto al tratamiento de la enfermedad de Gaucher, los especialistas deben incluir en todos los casos la transfusión de sangre, los analgésicos, los bifosfonatos orales y el suplemento de calcio.