Definición de membrana plasmática
Una membrana es, en el ámbito de la biología, un tejido blando que se desarrolla a modo de lámina. Se califica como plasmático, en tanto, a aquello vinculado al plasma (la parte líquida de la linfa o de la sangre, que presenta las células en suspensión).
La membrana plasmática es la estructura laminar que delimita la célula. Está compuesta por fosfolípidos, proteínas y glucolípidos que le dan forma a la unidad y que regulan el intercambio entre el medio intracelular (el interior) y el medio extracelular (el exterior).
Los diversos compartimientos de la célula y el citosol son contenidos por la membrana plasmática, que además sirve como defensa. Se trata de una barrera que, a partir de las señales que recibe, define qué moléculas pueden ingresar y cuáles pueden salir de la célula, estableciendo una regulación que garantiza el equilibrio.
El ingreso de moléculas de gran tamaño a la célula se denomina endocitosis; el egreso, exocitosis. Ambos procesos son posibilitados por la membrana plasmática y su propiedad conocida como permeabilidad selectiva.
La membrana plasmática, en definitiva, delimita cada célula, manteniendo separado su medio interno del exterior. Además habilita el desarrollo de compartimientos; permite o rechaza el ingreso y/o la salida de partículas; actúa como defensa mecánica; y reacciona ante señales y estímulos externos.
Es importante no confundir entre la membrana plasmática (en ocasiones llamada membrana celular) y la pared celular, que es la cubierta rígida que recubre a las células vegetales y las procariontes. La ambigüedad está vinculada a las antiguas observaciones realizadas con microscopios ópticos, incapaces de detectar las capas de la membrana plasmática pero sí la pared celular, que fue bautizada membrana celular en un primer momento.
Durante muchos años, los científicos veían la membrana plasmática como un grupo estático de varias capas proteínas-lípidos-lípidos-proteínas que se sucedían. Sin embargo, esta concepción fue cambiando y en la actualidad se entiende como una estructura dinámica con un modelo que se denomina mosaico fluido, un término que acuñaron el biólogo S. J. Singer y el bioquímico Garth L. Nicolson, ambos oriundos de los Estados Unidos, en el año 1972.
Se trata de un modelo unitario que también se encuentra en cualquier otro sistema de endomembranas (las membranas de los varios orgánulos que están dentro de las células), como el aparato de Golgi, la envoltura nuclear y el retículo endoplasmático, sin dejar fuera los plastos y las mitocondrias, que derivan del proceso conocido como endosimbiosis.
La membrana plasmática tiene una composición química que varía según el tejido en el que se halle la célula o la función que cumpla. A pesar de ello, es posible estudiarla de forma general. Dicho esto, podemos decir que la componen una doble capa de fosfolípidos, proteínas que se unen a ella de manera no covalente y glúcidos que pueden estar unidos a cualquiera de las dos de forma covalente.
En la composición de la membrana plasmática, los lípidos son las moléculas que aparecen en mayor número: se estima que hay tan sólo una proteína por cada cincuenta lípidos. Por otro lado, como las proteínas tienen un tamaño mayor, representan casi la mitad de la masa de la membrana.
Las colas hidrofóbicas y las cabezas hidrofílicas presentes en la doble capa de fosfolípidos no permite que los solutos polares se difundan por medio de la membrana, aunque por lo general sí permite que lo hagan las moléculas hidrofóbicas de forma pasiva. Entre los solutos polares encontramos las proteínas, los carbohidratos, el agua y las sales minerales.
De esta manera, la célula puede controlar el movimiento de dichas sustancias por medio de complejos de proteína transmembranal como caminos y poros, que dejan pasar ciertos iones como el potasio y el sodio.