Definición de perro

El perro es un animal mamífero y cuadrúpedo que fue domesticado hace unos 10.000 años y que, actualmente, convive con el hombre como una mascota. Su nombre científico es Canis lupus familiaris.

La existencia de casi ochocientas razas hace que hablar de las características de los perros sea algo complejo. Los tamaños, colores y tipos de pelaje son muy variados: hay perros que pueden medir unos 20 centímetros y pesar menos de 2 kilogramos (como ciertos ejemplares de la raza Chihuahua) y otros, capaces de medir unos 80 centímetros y pesar casi cien kilogramos (el Gran Danés).

El perro es un animal sociable que disfruta la compañía de las personas.

La domesticación del perro

Los perros descienden de los lobos. Se cree que de manera espontánea, por su natural acercamiento al hombre, comenzó el proceso de domesticación. El perro es muy sociable y muestra predisposición a vivir bajo el cuidado del ser humano, mientras que éste suele disfrutar de su compañía. Así, el hombre empezó a alimentar al perro y a permitirle vivir bajo su mismo techo, modificando las conductas del animal.

Aunque por naturaleza el perro es carnívoro, hoy suele ser alimentado como si fuese omnívoro. Muchos perros comen el denominado alimento balanceado o pienso, que es producido de manera industrial.

Los sentidos

El olfato y el oído son los sentidos más desarrollados en el perro. Los caninos pueden detectar sonidos que son inaudibles para el ser humano, además de ser capaces de distinguir aromas que aparecen en una concentración unas cien millones de veces más pequeña que aquellas que captan las personas. Gracias a estas características, los perros pueden ayudar al hombre a detectar drogas o explosivos a través de su olfato.

A dichas características físicas se suma su vista, la cual funciona de una forma bastante diferente a la del ser humano, ya que les permite detectar con más facilidad objetos en movimiento pero los vuelve menos eficaces para entender aquéllos que se encuentran en estado de reposo. Por ejemplo, un perro puede distinguir a un conejo que se mueve a mucha velocidad en un pastizal incluso cuando una persona no vea más que hierba, pero ignorar la presencia de un gato que se encuentra inmóvil a pocos metros de él, por curioso que esto resulte.

Muchos individuos tienen un perro como mascota.

Como debería ocurrirnos a todos los seres vivos, los perros disfrutan mucho del contacto con la naturaleza. Los afortunados que viven en zonas rurales suelen desarrollar sus habilidades a límites difíciles de imaginar para los perros de ciudad: es entre árboles, colinas y verdes llanuras donde el perro puede hace uso de su sentidos y de su increíble agilidad. La fuerza y la resistencia de este animal son también dignas de ser admiradas, y en el asfalto rara vez se vuelven necesarias.

Los perros y el maltrato

En la lucha constante contra el maltrato animal, que se manifiesta de muchas lamentables formas, tales como la matanza con propósitos industriales y su explotación en el mundo del espectáculo (dentro del cual encontramos las corridas de toros), el perro juega un papel fundamental: es el animal que más conmueve a nuestra especie y muchas veces el responsable de hacernos conscientes de lo injustos que somos con las demás.

Por otro lado, el perro parece entender de una manera única a aquellas personas que necesitan cuidados especiales y saben tratarlas con una compasión, una paciencia y un cariño que pocos seres humanos son capaces de expresar. Los perros que acompañan a personas con discapacidades y a víctimas de accidentes que los privaron de su movilidad o de enfermedades que les restringen ciertos aspectos de sus vidas son los mejores enfermeros y no piden más que amor a cambio.

Hay sobrados ejemplos de convivencia pacífica entre animales de diferentes especies, algo que ocurre con frecuencia en los santuarios de animales: gatos, perros, cuervos, vacas, zorros, cerdos y ovejas, entre otros, son capaces de compartir un mismo espacio y de aprender nuevos lenguajes.

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