Definición de perjurio
El vocablo latino periurium llegó al castellano como perjurio. Así se denomina al acto de jurar en falso o a la violación de la fe jurada.
El perjurio, por lo tanto, consiste en mentir mientras se está bajo juramento. A aquel que realiza esta acción se lo menciona como perjuro.
Es importante señalar que el concepto aparece en diferentes terrenos. Para el catolicismo, el perjurio implica brindar falso juramento, lo cual infringe la virtud de religión y supone un pecado al acarrear una mentira.
Dado que prestar un juramento de forma correcta implica un acto de adoración a Dios, aceptando su rol como testigo de los hechos dada su omnisciencia (conocimiento absoluto de todo lo real y lo posible) y su perfección, invocar su testimonio para afirmar algo falso constituye una manera de proceder muy negativa para la religión.
Este pecado se considera mortal en casi todos los casos, a excepción de aquellos en los que el sujeto ignore la verdad y repita datos falsos sin ser consciente de ello. La duda nunca justifica el perjurio: si no estamos seguros de nuestros conocimientos, no debemos confirmarlos simplemente porque sean probables, ya que de no ser ciertos también incurriremos en pecado ante los ojos de la Iglesia.
A nivel judicial, el perjurio puede constituirse como un delito. En un proceso penal, el testigo está obligado a decir la verdad; de lo contrario, incurre en el perjurio. Esta sanción del perjurio apunta a garantizar la veracidad y el valor del testimonio del testigo.
El perjurio aparece cuando la ley exige al sujeto la promesa o el juramento de expresarse con la verdad. Si no cumple con dicho mandato, comete perjurio. Por el contrario, cuando el individuo no tiene la obligación legal de decir la verdad o incluso puede negarse a responder, el perjurio no corresponde.
Mientras que el testigo debe decir la verdad (y por eso, si miente, es castigado a causa de su perjurio), el imputado en un proceso penal está exento de dicho requerimiento. De este modo, si el imputado miente, no es penado.
La sentencia penal por el perjurio varía de acuerdo a cada legislación. Por lo general se sanciona el incumplimiento deliberado del juramento de verdad con una multa y/o con la privación de la libertad.
Tomemos como ejemplo el caso particular de España, donde la palabra perjurio propiamente dicha no figura en los diccionarios jurídicos, sino que se aplica lo que se denomina falso testimonio. En este punto debemos hacer una aclaración: mientras que en casi todas las legislaciones latinas, el falso testimonio hace referencia a una modificación de la verdad que da lugar a una declaración de datos imprecisos, el perjurio se usa en países anglosajones o legislaciones germánicas para definir el acto de no decir la verdad a pesar de haberse comprometido a hacerlo mediante juramento.
A pesar de esta diferencia, dado que en España no es posible condenar el perjurio directamente, este delito se encuentra en el marco del falso testimonio, ya que manipular la verdad no es otra cosa que mentir. La regulación de este término se encuentra en los artículos comprendidos entre el 458 y el 462, los que atentan contra la Administración de Justicia, y destacan las siguientes cuestiones:
* el testigo que no diga la verdad durante su declaración en el contexto de un juicio recibirá como castigo entre seis meses y dos años de prisión, además de una multa;
* si el falso testimonio (que debemos entender también como perjurio) se da en perjuicio del reo en un juicio por delito, se impondrá la prisión por un plazo de uno a tres años y una multa.