Definición de ovino

Ovino es un término procedente del vocablo latino ovis que se traduce como “oveja”. Como adjetivo, ovino califica al ganado lanar (es decir, que dispone de lana: un tipo de pelo que sirve para hilar y tejer).

El concepto de ovino también puede emplearse como sustantivo para aludir específicamente a las ovejas. De estos animales se obtiene principalmente lana, pero también carne y leche.

Los ovinos, por lo tanto, son las ovejas. Se trata de un mamífero ungulado (sus extremidades finalizan en pezuña o casco), artiodáctilo (las extremidades tienen un número par de dedos, apoyando al menos dos en el suelo al caminar) y rumiante (su estómago presenta cuatro cavidades) cuyos ejemplares machos disponen de cuernos en espiral.

Al ovino macho se lo llama carnero, dejándose la denominación de oveja a las hembras. La cría de los ovinos, en tanto, recibe el nombre de cordero.

El ganado ovino ha sido muy importante a lo largo de la historia. Se cree que las ovejas estuvieron entre los primeros animales domesticados con un objetivo agropecuario, ya que se aprovecha tanto su leche y su carne como su lana.

De acuerdo con los documentos históricos, esta relación de explotación por parte de los seres humanos hacia las ovejas data de miles de años en el pasado, aproximadamente del año 11 000 antes de Cristo, cuando en la antigua Mesopotamia comenzaron a domesticar al muflón salvaje con el objetivo de usar sus pieles, su carne y su leche.

El desarrollo del ganado ovino con el objetivo de conseguir de las ovejas diferentes productos secundarios acarreó una serie de cruzas que derivaron en una nueva raza, y todo esto surgió en el oeste de Europa y en el suroeste de Asia. La antigüedad de una colección de estatuas que fueron halladas en algunas partes de Irán nos dan a entender que la explotación de las ovejas para obtener su lana puede haber empezado mucho tiempo más tarde, alrededor del sexto milenio antes de Cristo, aunque las primeras prendas de ropa hechas con este material comenzaron a aparecer unos tres mil años después.

En este contexto es necesario hablar de la esquila, el proceso que se aplica sobre el ganado ovino para extraer la lana. Esta fibra tiene múltiples usos, siendo el más usual la confección de ropa. A través del ordeñe, por otra parte, se obtiene la leche que sirve para crear quesos y otros productos.

La carne ovina, finalmente, suele mencionarse como carne de cordero. Se utiliza para preparar múltiples recetas, con la chuleta o costilla como la parte más consumida en muchas regiones. Si bien los productos obtenidos del ganado ovino son casi los mismos que da el ganado vacuno, sus precios suelen ser bastante más elevados, razón por la cual su consumo es menos común.

En el año 1758, el científico y zoólogo sueco Carlos Linneo realizó una clasificación de las ovejas domésticas ubicándolas en la especie Ovis aries. Sin bien un tiempo después otros estudios demostraron que ésta especie y su antepasado salvaje, Ovis orientalis (también llamada el muflón oriental), formaban parte de una misma y debían recibir un solo nombre científico, en el año 2003 la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica dictaminó que todas debían ser agrupadas bajo Ovis orientalis.

Esta decisión incluyó el resto de las especies domésticas, que en total suman dieciocho, y la razón de mencionarlas como su variedad silvestre tiene la meta de evitar que algunos de los linajes se consideren subespecies de sus propios descendientes. Por el contrario, en la actualidad predomina el nombre científico Ovis orientalis para el ganado ovino y se usa aries para hacer referencia a la subespecie doméstica.

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