Definición de origami
Origami es un término japonés, aceptado por el diccionario de la Real Academia Española (RAE), que se emplea como sinónimo de papiroflexia. Se trata del arte que consiste en la creación de figuras doblando y plegando adecuadamente un trozo de papel.
El origami se basa en el plegado: no se utilizan tijeras ni se recurre a pegamentos. La clave radica en doblar el papel por el lugar preciso, repitiendo la acción la cantidad de veces que sea necesaria y en el orden requerido.
El origen del origami se remonta a los primeros siglos de nuestra era. Surgió en el territorio chino y luego pasó a Japón, donde se popularizó. Su auge llegó con el abaratamiento del papel, que pasó a estar disponible para toda la sociedad.
La llegada del origami al mundo occidental se vincula a la Ruta de la Seda y a los viajes de Marco Polo. En las últimas décadas, gracias a la complejidad de los diseños, se elevó su condición artística.
El origami clásico se realiza exclusivamente con dobleces de un único trozo de papel. Sin embargo, existen otras técnicas que brindan nuevas posibilidades a la papiroflexia.
El origami modular, por ejemplo, se lleva a cabo a partir del acople de diferentes piezas iguales. Por lo general se trata de unidades simples que se integran para generar un modelo completo que puede ser mucho más complejo que cada una de ellas.
Las bolas decorativas son un ejemplo muy conocido de origami modular, y entre ellas destaca la kusudama, aunque ésta da lugar al uso de pegamento o hilo para su elaboración. En la papiroflexia de China encontramos el denominado origami 3D, que exige el uso de muchas piezas para armar modelos complejos. Un grupo de refugiados chinos crearon en el barco Golden Venture el estilo homónimo mientras se encontraban detenidos, y para estos módulos usaron billetes, costumbre que se mantiene incluso en la actualidad.
El origami de acción, en tanto, tiene el objetivo de permitir que la figura resultante realice algún tipo de movimiento. Por lo general, tirando de una parte o haciendo presión en una región, se logra que algún sector de la figura se mueva.
Si bien gracias a los avances de los medios de comunicación en la actualidad gente de todo el mundo puede ver los diferentes tipos de origami, quienes no se hayan expuesto a esta técnica probablemente no estén al tanto del origami de acción, sino que conozcan únicamente el clásico. Además de la posibilidad de realizar movimientos de diferentes clases en sus partes, algunos de estos productos de la papiroflexia japonesa requieren pasos extras, como ser inflarlos o presionar alguna de sus partes.
El ejemplo más común de origami de acción es «el pájaro aleteador», pero existen muchos que se han vuelto popular gracias a diferentes figuras que se encargan de divulgar esta forma de arte, como ser el físico norteamericano Robert J. Lang, quien no solo se dedica a la enseñanza sino también a la publicación de diseños originales. Lang ha usado el origami en la resolución de problemas de ingeniería.
Por otro lado tenemos el plegado en húmedo, un tipo de origami que abre las puertas a modelos con curvas más suaves, en oposición a los dobleces rectos y las superficies llanas que caracterizan las otras técnicas. Como su nombre lo indica, el papel debe ser humedecido antes de pasar al moldeado. Una vez que se seca, dado que se endurece, el modelo mantiene la forma deseada. Con plegado en húmedo suelen hacerse figuras de animales con resultados soprendentemente realistas. También es posible realizar los pliegues sin humedecer el papel y dar los toques finales con ayuda de metilcelulosa, un compuesto químico que tiene varias aplicaciones.