Definición de nota musical
Se denomina nota musical al sonido que se produce a través de una vibración cuya frecuencia es constante. Puede decirse, por lo tanto, que una nota es un sonido con una cierta frecuencia.
En la actualidad, se considera la existencia de siete notas en una escala diatónica (que carece de modificaciones en la tonalidad). Las notas musicales son do, re, mi, fa, sol, la y si, según la notación latina.
Esas mismas notas musicales pueden denominarse de otro modo. Para la notación anglosajona, por ejemplo, las notas son C (do), D (re), E (mi), F (fa), G (sol), A (la) y B (si).
Cabe destacar que es posible bajar o subir semitonos de las notas musicales apelando a alteraciones como el sostenido, el bemol, el doble sostenido, el doble bemol y el becuadro. El sostenido, por mencionar un caso, sube un semitono, mientras que el bemol hace lo contrario (baja un semitono). Hay, en definitiva, notas naturales y notas alteradas.
Las notas musicales pueden ejecutarse con cualquier tipo de instrumento musical, desde una guitarra hasta una trompeta, pasando por un piano y un violín. Incluso la voz puede interpretar notas.
Es importante mencionar, por otra parte, que las notas musicales se pueden representar de manera escrita. Para esto es necesario recurrir a las figuras musicales que se ubican en lugares específicos del pentagrama.
Partiendo de una nota musical, es posible desarrollar una escala. Si diferentes notas musicales suenan de forma simultánea, se generan acordes. Por otro lado, la combinación lógica de notas permite la construcción de melodías.
En el contexto de una tonalidad, las notas musicales tienen diferentes tensiones con las demás, y esto nos permite saber qué posición ocupa cada una dentro de la escala incluso sin conocer su nombre. Por ejemplo, en una escala mayor, la tensión que cada nota (también llamada grado) tiene con la principal (es decir, la tónica) es muy diferente, y para un músico entrenado es imposible confundirlas.
Dichas tensiones nos ayudan a identificar la relación que una nota dada tiene con la principal de la tonalidad en la que se encuentra la melodía, o si se trata de la nota principal. Las que más tensión tienen nos invitan a cerrar la melodía; esto ocurre, por ejemplo, con la sensible y el quinto grado, con las cuales suele elaborarse la cadencia final.
Claro que esto nos demuestra que las notas musicales no son elementos rígidos sino que se adaptan a su entorno, cumplen diferentes funciones según la tonalidad en la que se encuentren, la afinación propia de la época y de la región, el estilo musical, la colocación vocal o el tipo de instrumento con el que se ejecuten.
Mientras que un sol natural es la dominante de do en la tonalidad do mayor (también en do menor), es la tónica de sol mayor y menor, el tercer grado de mi menor y el segundo de fa mayor y menor. Esto puede parecer trivial, pero para un músico con conocimientos teóricos y con un oído bien entrenado, la nota musical sol suena muy diferente según la tonalidad en la que se encuentre, precisamente por la tensión que genera con las demás. Uno de los fenómenos que nos permiten jugar con esto es la modulación de una tonalidad a otra mientras se sostiene una nota, la cual cambia de función inevitablemente cuando ocurre dicho cambio en el acompañamiento.
Con respecto a las cualidades del sonido, una nota musical también puede sonar diferente si la ejecuta un cantante de ópera, uno de rock, un violín, una guitarra o un piano. Cuestiones como el vibrato, la afinación y el timbre afectan considerablemente el resultado.