Definición de oído
Oído es el nombre que recibe el órgano cuya función es permitir que una persona o un animal oigan. Se lo suele dividir en oído interno, medio y externo a fin de facilitar su análisis.
En el oído se encuentran diversos nervios, membranas y células que posibilitan la percepción de los sonidos y que también tienen gran importancia en el equilibrio del individuo. El oído se encarga de captar las ondas que llegan a modo de energía, las convierte en sonido y las envía al cerebro para que la información sea procesada e interpretada.
Por extensión al funcionamiento de este órgano, se conoce como oído al sentido de la audición y a la capacidad o talento de una persona para reconocer e interpretar melodías o canciones. Por ejemplo: “Me parece que tengo problemas en el oído: últimamente no oigo muy bien”, “Si mi oído no falla, creo que tocaron el timbre”, “Juan tiene un gran oído: puede tocar canciones con la guitarra después de haberlas escuchado una o dos veces”.
El concepto de oído también se incluye en diversas frases y expresiones populares, generalmente vinculadas a la audición. Si una persona le pide a otra que “abra los oídos”, lo que en realidad le solicita es que preste atención a lo que está por decirle: “Abre bien los oídos porque no lo repetiré”.
“Prestar el oído”, por otra parte, se asocia a estar dispuesto a brindar contención a un sujeto y a escuchar sus problemas: “Gracias por prestarme siempre un oído, a veces necesito descargarme con alguien”.
Oído absoluto
La habilidad de identificar las notas musicales por su nombre sin necesidad de una nota de referencia, o bien de ejecutar con la voz una nota cualquiera sin ayuda de otro instrumento se conoce con el nombre de oído absoluto. Se trata de una capacidad que se relaciona con la memoria auditiva, o sea, de retener las características de los sonidos.
Por lo general, las personas que poseen oído absoluto son capaces de llevar a cabo todas o algunas de las siguientes acciones: decir el nombre de la tonalidad de una composición musical determinada con sólo escucharla; identificar las notas que suenan en su entorno a diario, como ser las presentes en las bocinas de los automóviles o los chirridos de las puertas; reproducir una canción que jamás haya tocado o leído antes, simplemente por escucharla una vez.
El psicólogo Daniel Levitin y el musicólogo Richard Parncutt describieron dos tipos de oído absoluto:
* pasivo: los individuos que tienen oído absoluto pasivo pueden identificar tanto las notas individuales como la tonalidad de una pieza dada, siempre que posean el nivel de formación musical necesario. Cabe mencionar que el porcentaje de personas con esta habilidad entre los savants y los autistas es de uno en veinte. Asimismo, este tipo de oído absoluto es normal entre quienes padecen el Síndrome de Williams;
* activo: además de las habilidades contempladas por el oído absoluto pasivo, el activo agrega la posibilidad de cantar una nota cualquiera sin la referencia de un instrumento. Es importante resaltar que no todos los individuos con esta capacidad tienen formación musical, por lo cual muchos nunca llegan a ser conscientes de su propio potencial.
Por otro lado, se encuentra el oído absoluto muy fino, que incluye la capacidad de detectar ligeras desafinaciones en los sonidos; por ejemplo, una persona con esta habilidad puede percibir si una nota suena más aguda o más grave de lo que debería, aunque se trate de una diferencia discreta. Se trata de casos muy raros y que requieren de estudios musicales avanzados, ya que se apoyan en conocimientos técnicos y en el manejo de nociones tales como el sistema de afinación común (que se basa en el la4 y que vibra a 440Hz).