Definición de noxa
De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), noxa es un término en desuso. Este vocablo, procedente de la lengua latina, solía emplearse con referencia a un detrimento, un menoscabo o un daño.
Más allá de lo indicado por la RAE, el concepto de noxa se sigue utilizando, sobre todo en el terreno de la biología. Se llama noxa al agente o factor que atenta contra la salud de un organismo.
La noxa, por lo tanto, es un elemento que afecta a un ser vivo. Cuando el individuo entra en contacto con la noxa, puede registrar diferentes clases de desequilibrios sociales, psíquicos o físicos.
En el caso del ser humano, sufre el accionar de noxas como las bacterias y los virus. Al ingresar la noxa al cuerpo, las defensas del organismo la reconocen como un agente patógeno e intentan eliminarla. Si la función defensiva no es exitosa, el sujeto puede contraer una enfermedad.
Es importante resaltar que la noxa se define como el agente que causa la enfermedad, o sea, el agente etiológico, ya que existe un cierto grado de confusión al respecto cuando se habla de algunos artrópodos (animales invertebrados con exoesqueletos), a los cuales se relaciona con determinadas enfermedades: no son ellos quienes las provocan, sino que actúan como intermediarios, como vehículos de la transmisión o el contagio, o sea que transportan las noxas.
La transmisión de las noxas está vinculada a las interacciones de la persona con su entorno, a la susceptibilidad orgánica y a las condiciones ambientales. Es importante tener en cuenta que, más allá de las noxas biológicas (como los mencionados virus y bacterias), también existen las noxas fisicoquímicas (rayos X, sustancias tóxicas) y las noxas socioculturales (problemas morales, cuestiones psicológicas).
Las noxas químicas son más fáciles de advertir que las biológicas: las sustancias contaminantes, los venenos y los productos químicos etiquetados con calaveras saltan a la vista, mientras que los virus y las bacterias suelen llegar a nosotros sin que lo sepamos.
Debido a la amplia variedad y diversidad de noxas, no existe una forma específica o un único método para combatirlas y proteger la salud. Las características específicas de cada noxa obligan a tomar medidas concretas en los distintos casos, ya sea para la prevención o para un tratamiento.
Las noxas socioculturales, que pueden nacer en el seno de una familia, de una región o de una sociedad en general son las más peligrosas, ya que pueden matar en silencio, sin que se exhiban síntomas físicos. Además, a diferencia de las biológicas, no siempre hay medicamentos capaces de revertir las enfermedades, las cuales suelen pasar mucho más desapercibidas cuando las víctimas evitan exponerlas por vergüenza.
Una de las noxas sociales y culturales más peligrosas de todos los tiempos es el bullying, que en nuestra lengua podemos explicarlo mediante fenómenos tales como el abuso escolar o laboral, entre otros. Se trata del peor enemigo de las personas catalogadas como «diferentes», aquellas que por diferentes motivos parecen no encajar en uno de los estereotipos de la maldita normalidad: los homosexuales, las personas con sobrepeso o con cuerpos demasiado flacos, los muy bajos o muy altos, aquéllos que tienen alguna dificultad para aprender, etcétera.
El bullying es una noxa especialmente destructiva porque ataca a los más jóvenes, cuando aún se encuentran en pleno desarrollo, y amenaza con quitarles las ganas de vivir, de seguir creciendo y descubrirse a ellos mismos como personas únicas, valiosas, interesantes, divertidas, atractivas. Mediante la humillación en la escuela, los abusones consiguen que sus víctimas se aíslen, comiencen a faltar a clase y, muchas veces, se suiciden ante la imposibilidad de enfrentar la situación a la que son sometidos injustamente.