Definición de miocardio

El miocardio es el sector musculoso que se halla entre el endocardio y el pericardio del corazón en los animales vertebrados, incluyendo al ser humano. Su funcionamiento es involuntario.

Numerosos capilares recorren este tejido muscular que no necesita de estimulación nerviosa, ya que es miogénico: se autoexcita de forma eléctrica. El grosor del miocardio varía de acuerdo a la zona por las diferentes necesidades de bombeo de la sangre; por eso, la pared del ventrículo izquierdo es la más gruesa y las paredes de las aurículas son las más finas.

Mientras que el endocardio es el recubrimiento interno de los ventrículos y las aurículas, el pericardio es la membrana que reviste la superficie exterior. Entre ambos se desarrolla el miocardio.

Cuando se registra una enfermedad en el miocardio, se habla de miocardiopatía. Puede tratarse de una miocardiopatía intrínseca (no existe una causa exterior que la provoque) o de una miocardiopatía extrínseca (el motivo del trastorno se ubica fuera del músculo). Una miocarditis, en tanto, es una inflamación del miocardio que puede deberse a una bacteria o a un virus.

La miocarditis puede perjudicar el sistema eléctrico del corazón además del músculo cardíaco, el cual inflama en primer lugar, y todo esto puede llevar a una reducción en la capacidad de bombeo por parte del órgano que produzca ritmos rápidos anómalos, lo que se conoce con el nombre de arritmias.

Normalmente, la miocarditis surge a causa de una infección viral, aunque también es posible que aparezca como resultado de una reacción a un medicamento. Incluso puede ser una de las características de una inflamación más general. La miocarditis grave produce debilidad en el corazón, lo cual reduce la cantidad de sangre que recibe el cuerpo. Además, pueden formarse coágulos que a veces dan lugar a un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

Los síntomas de la miocarditis son varios y dependen de factores como la gravedad del caso y la edad del paciente. De hecho, durante las etapas más tempranas de una miocarditis moderada no suele haber síntomas o bien los que aparecen son leves. Por otro lado, los más severos son los siguientes:

* dificultad para respirar, tanto en plena actividad como en estado de reposo;

* dolor en el pecho;

* alteración de los ritmos cardíacos;

* hinchazón de las piernas, los pies y los tobillos a causa de la retención de líquidos;

* cansancio;

* fiebre y dolores en varias partes del cuerpo, incluyendo la cabeza, la garganta y la articulaciones.

Los niños con miocarditis suelen tener varios de estos síntomas, a excepción de la retención de líquidos y el cansancio, aunque se suman los desmayos y la aceleración de la respiración.

Con respecto a las posibles causas, es necesario señalar que no siempre se pueden identificar. Entre las más comunes se encuentran las siguientes:

* virus: son varios los que se asocian con la miocarditis, incluyendo el adenovirus, el parvovirus y el del herpes simple;

* bacterias: estafilococos, estreptococos y las que provocan la enfermedad de Lyme y la difteria son algunas de las más frecuentes;

* parásitos: destacan el Trypanasoma cruzi y el toxoplasma;

* hongos: las personas con alguna deficiencia en el sistema inmune pueden sufrir miocarditis a causa de hongos como el histoplasma y los levaduriformes.

Si las arterias del corazón se deterioran y quedan obstruidas, se produce un infarto de miocardio. Este cuadro se desencadena cuando se acumulan lípidos y placas de colesterol en las paredes de las arterias, lo que provoca que el corazón no reciba la cantidad de sangre que necesita. Ante la falta de irrigación por un bloqueo completo del vaso sanguíneo, las células cardíacas perecen y se produce el infarto de miocardio, que resulta mortal si no es tratado con urgencia.

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