Definición de sistema inmune

Para describir con precisión el significado de Sistema Inmune debemos desglosar el significado de cada una de las palabras que la forman: sistema e inmune.

Sistema proviene de un vocablo latino que sirve para hacer referencia a un módulo ordenado de elementos interrelacionados que interactúan entre sí. Puede utilizarse para hablar de objetos reales o de conceptos abstractos que están dotados de organización.

El concepto de Inmune, por su parte, sirve para referirse a aquello que no es susceptible de ser afectado por ciertas enfermedades o que se encuentra libre de cargos, penas o gravámenes.

En el ámbito de la medicina y la biología, la inmunidad está asociada al estado de resistencia frente a la acción patógena de microorganismos o sustancias extrañas.

El sistema inmune, también conocido como sistema inmunológico o sistema inmunitario, está formado por el conjunto de estructuras y procesos biológicos que protegen al organismo. Dichos procesos son capaces de identificar y destruir las células patógenas, los virus, los parásitos, etc.

El correcto funcionamiento del sistema inmune requiere que sea capaz de distinguir las sustancias extrañas de las células y tejidos sanos del organismo. Para esto se vale de la acción de anticuerpos, linfocitos, leucocitos y otros componentes, aunque la evolución de los patógenos hace que la detección de anormalidades sea complicada.

El sistema inmune, por lo tanto, debe apelar a diversos mecanismos que le permiten reconocer y neutralizar los patógenos. Los seres humanos, al igual que el resto de los vertebrados, disponemos de mecanismos de defensa muy sofisticados que interactúan en una red dinámica.

Cabe mencionar que se conoce como inmunidad adaptativa o inmunidad adquirida esa capacidad que poseen algunos individuos para adaptarse a diversas situaciones anómalas o novedosas: el paso del tiempo, la aparición de sustancias patógenas específicas, pudiendo protegerse de forma sumamente eficiente. La memoria inmunológica se crea a partir de la respuesta primaria a un patógeno específico y permite desarrollar una mejor respuesta ante eventuales encuentros futuros.

Cuando el sistema inmune no funciona correctamente

La reacción bien organizada de nuestro cuerpo puede ser fundamental para detectar a tiempo la presencia de elementos extraños (antígenos) que causen enfermedades de diversos tipos. La forma en la que se manifiesta esta invasión es a través de la inflamación. Por ejemplo, cuando nos cortamos la zona afectada se inflama. Esto sucede porque los glóbulos blancos se transportan por el torrente sanguíneo hasta el lugar de la infección para combatir el problema. Una vez, que han hecho su labor (la herida ha cicatrizado), la inflamación desaparece. Esto sucede en organismos que tienen un sistema inmune sano.

Existen, no obstante, individuos que no cuentan con un sistema inmune que funcione correctamente. En estos casos, dicho sistema no es capaz de distinguir entre los tejidos propios del cuerpo y los agentes externos; y produce, por error, la inflamación contra tejidos sanos, como si se tratara de un problema de invasión externa.

No existen explicaciones claras acerca de las razones por las que un sistema inmunológico pueda funcionar de forma aleatoria o incorrecta, pese a que es un tema que preocupa a la ciencia desde hace tiempo. Lo que sí se sabe es que este problema está relacionado con la forma en la que el sistema reconoce la proteína en la superficie de las membranas celulares: cuando las glucoproteínas no coinciden, el sistema inmunitario ataca al cuerpo. Hasta ahora se cree que se trata de un defecto que se adquiere de forma hereditaria.

Las enfermedades que se desarrollan por este mal funcionamiento se conocen como enfermedades autoinmunes. La más común entre ellas es la artritis, la cual afecta, sobre todo, a personas de la tercera edad.

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