Definición de mialgia

Para poder descubrir el significado del término mialgia se hace necesario, en primer lugar, conocer su origen etimológico. En este caso, tenemos que exponer que se trata de un neologismo al que se le dio forma mediante la suma de dos componentes léxicos del griego:
-El vocablo “mys”, que puede traducirse como “músculo” y como “ratón” también.
-El elemento “algia”, que es sinónimo de “dolor”.

Asimismo, hay que añadir que el creador de dicho neologismo no fue otro que el médico inglés Thomas Inman (1820 – 1876). Este ejerció concretamente como cirujano de la Enfermería Real de Liverpool.

La mialgia, también llamada miodinia, es el dolor muscular. Se trata, por lo tanto, de una dolencia que se registra en un músculo: un órgano que se compone sobre todo de fibras contráctiles.

Estas molestias pueden registrarse en uno o más músculos, aunque también pueden vincularse a los tendones y los ligamentos. Diversos trastornos e inconvenientes son los causantes de las mialgias.

Es importante conocer que, además de dolores musculares, otros síntomas que pueden indicar una mialgia son dificultad para respirar, cefaleas que se producen de forma intermitente, fatiga, irritabilidad, deterioro de la vista o de la audición…

Por lo general una mialgia se produce por un sobreesfuerzo. Si una persona contrae un músculo de forma repetitiva o demasiado rápido y sin haber realizado antes acciones de calentamiento, es posible que sufra mialgia.

Los traumatismos también pueden provocar una mialgia. En ocasiones es necesario acudir a un médico para que determine el origen de la mialgia e indique cuáles son las medidas que se deben tomar para eliminar la dolencia.

Hay casos donde la mialgia es un síntoma de una enfermedad. La gripe, la malaria y la celiaquía, entre otras, causan mialgia. El dolor incluso puede aparecer debido al consumo de drogas y medicamentos.

Cuando un individuo realiza una actividad física de cierta intensidad, es probable que padezca una mialgia ya sea en el transcurso del entrenamiento o en las horas posteriores. Esta situación no suele requerir ningún tratamiento: alcanza con realizar reposo y descansar la zona afectada. Si el dolor es intenso o persiste, se puede recurrir a algún analgésico de venta libre o a la aplicación de hielo.

A modo de prevención de la mialgia derivada de la actividad física, los expertos sugieren calentar los músculos antes del esfuerzo, realizar ejercicios con regularidad, minimizar el estrés y descansar adecuadamente.

De la misma manera, otras recomendaciones en pro de prevenir la mialgia son las siguientes:
-Llevar a cabo una alimentación sana, completa y equilibrada donde estén muy presentes las frutas y las verduras, por ejemplo.
-Intentar cuidar la postura en todo momento, tanto cuando se está caminando como cuando se está sentado.
-Beber la suficiente cantidad de agua al día. Y es que un problema de deshidratación puede dar lugar a lo que son dolores musculares.
-Recurrir al desarrollo de actividades que ayuden a relajarse y a cuidar el tono de los músculos. Nos estamos refiriendo a algunas tales como el pilates o el yoga, por ejemplo.
-Evitar en todo momento el sobrepeso.

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