Definición de medio
El término medio, en una de sus acepciones más comunes, representa la mitad de una cosa. Por ejemplo: “Corta esa naranja al medio y alcánzame una mitad, por favor”, “Ya leí medio libro, me quedan unas 250 páginas”, “Ayer se me cayó un plato y se partió al medio”.
Medio, por otra parte, es lo que se halla en una posición central o entre dos puntas, cosas o sujetos: “Quítate del medio, que no me dejas caminar”, “El jugador estaba rodeado, pero logró escabullirse entre medio de dos defensores”, “¿Ves esas tres casas? Juliana vive en la que está en el medio”.
Otro uso del término está vinculado a las características o particularidades de un periodo temporal, una comunidad o una región geográfica: “El argentino medio es charlatán y poco estructurado”, “La temperatura media en esta parte del mundo no alcanza los 10ºC”, “Es un artista excepcional, que supera la media”.
Un medio es algo que sirve para alcanzar un cierto fin y un accionar propicio y útil para obtener una cosa que se busca: “Mi padre trabaja en un medio de comunicación”, “Lo malo de este pueblo es que existen pocos medios de transporte”, “Las conversaciones de café suelen ser el medio para cerrar grandes negocios”.
El medio también permite nombrar en el fútbol y en otras disciplinas deportivas a los jugadores que se ubican cerca de la línea central del campo: “Tenemos que retener el balón, yo pondría a otro medio y quitaría un delantero”, “Yo juego de medio”.
Esta palabra, utilizada como adverbio, puede modificar adjetivos que señalen atributos negativos con la intención de matizar o minimizar su sentido: “Creo que este hombre es medio tonto”, “Tu hermano es medio lento, pero no te preocupes, vamos a ayudarlo”.
Medios de almacenamiento de información
En el ámbito de la informática, es esencial almacenar información para su posterior consulta, así como programas para que puedan ser ejecutados cuantas veces se desee. Los objetos que cumplen esta finalidad se denominan medios de almacenamiento y presentan formas y funcionalidad muy variadas. Se pueden clasificar en:
* discos de tipo magnético, como son los discos duros y los flexibles o floppy;
* discos ópticos, donde encontramos el CD, el DVD, el Blu-ray y el discontinuado HD DVD;
* discos magneto-ópticos, como los populares Zip, Jaz y SuperDisk de Iomega.
Claro que la lista continúa con las cintas magnéticas y las tarjetas de memoria. Estas últimas suelen asociarse a la sigla SD, en sus variantes MicroSD, SDHC, pero existen muchas más, sean estandarizadas como las Compact Flash o hechas a medida para los productos de una empresa en particular, como aquéllas que utiliza la consola portátil de Sony y los ya olvidados Memory Sticks.
En sus comienzos, medios como los CDs no permitían la escritura de datos a los usuarios finales, sino que se utilizaban para distribuir música, aplicaciones y juegos, con el beneficio de contar con cientos de veces más espacio que los discos flexibles. Con el correr del tiempo, el mercado comenzó a ofrecer grabadoras y CDs virgen, limitados sin embargo a una sola copia. La inevitable evolución de este formato trajo consigo discos capaces de ser reescritos, lo cual se repitió en las generaciones que le siguieron: el DVD y el Blu-ray.
Resulta curioso que un ordenador utilice tantos tipos diferentes de medios de almacenamiento, que varían no sólo en tecnología sino en rendimiento y durabilidad. Los discos duros, por ejemplo, corren el riesgo de quedar inutilizables debido a que constan de componentes mecánicos, razón también del nivel de ruido que algunos modelos producen. La tendencia del mercado es hacer de la memoria flash la única clase, eliminando muchos problemas y ofreciendo aparatos más pequeños, veloces y resistentes.