Concepto de memoria
La memoria (vocablo que deriva del latín memoria) es una facultad que le permite al ser humano retener y recordar hechos pasados. La palabra también permite denominar al recuerdo que se hace o al aviso que se da de algo que ya ha ocurrido, y a la exposición de hechos, datos o motivos que se refieren a una cuestión determinada.
Por otra parte, la memoria es una disertación escrita o un estudio sobre alguna materia. Otro de sus significados hace referencia a la vinculación de gastos realizados en una dependencia u operación comercial.
Una memoria puede ser una obra que alguien desarrolla sobre un papel para narrar vivencias personales o distintos detalles de su vida privada. Incluso se utiliza el concepto como un saludo o recado cortés a un ausente, ya sea por escrito o por medio de otra persona.
En los últimos años, en el ámbito de la tecnología, la palabra memoria también ha permitido definir al dispositivo físico donde pueden almacenarse datos.
Existen dos tipos de memorias en el mundo de las computadoras u ordenadores. La memoria RAM (random access memory) es la aleatoria y puede ser dinámica (DRAM) que se actualiza miles de veces al segundo manteniendo siempre la última información a fin de que podamos acceder fácilmente a ella, o estática(SRAM) la cual no necesita actualizarse razón por la cual es más rápida que la dinámica. La memoria RAM se encuentra disponible para la utilización de los programas. Si al leer las especificaciones de un ordenador dice que cuenta con 8M de memoria RAM, sabemos que los programas que instalemos tendrán cerca de 8 millones de bytes de memoria para utilizar.
La memoria ROM (read-only memory) también llamada memoria de sólo lectura, es la que sirve para guardar el sistema operativo y los programas que permiten que el ordenador funcione. Además la memoria ROM también permite el acceso aleatorio del mismo modo que lo hace la RAM.
Respecto a la memoria humana, puede decirse que es la función cerebral que se detecta por las conexiones sinápticas entre las neuronas. Según su extensión temporal, suele hablarse de la memoria a corto plazo (resultante de la simple excitación de la sinapsis a fin de potenciarla o sensibilizarla de manera transitoria) y de la memoria a largo plazo (un refuerzo de la sinapsis de carácter permanente que se logra por la estimulación de genes determinados y por la síntesis de ciertas proteínas).
A diferencia de la memoria de los animales, que suele actuar sobre la base de sus necesidades presentes, la memoria del hombre posee la capacidad de contemplar el pasado y planificar el futuro. De acuerdo a algunos científicos, el hombre apenas utiliza una diezmilésima parte (0,0001) del potencial de su cerebro a lo largo de su vida.
En la psicología se le llama memoria emocional a la capacidad de almacenar recuerdos a partir de determinadas emociones. Este mecanismo funciona de forma unido a la memoria procedimental y la declarativa y es el que nos permite etiquetar y conservar noción de determinados recuerdos vinculados con las emociones. De tal modo que cuando relacionemos un hecho actual con uno vinculado con nuestro pasado podamos conmovernos, reír o sentir placeres similares. Esta memoria es la que nos permite recordar caras, aromas, sabores y saber si nos gustan o no
La memoria es un bien precioso pero sumamente expuesto a ser corrompido, tal es así que en la tercera edad existe una decadencia en la capacidad cognoscitiva que afecta inevitablemente a la memoria. Este problema no sería tan grave si no estuviera relacionado con una alteración en el normal funcionamiento social y laboral del individuo, ya que la memoria es fundamental para todos los aspectos de la vida cotidiana, desde recordar dónde guardamos las medias hasta qué actividades debemos realizar.
El deterioro de la memoria asociado a la edad (DEMAE) es un trastorno que engloba las consecuencias de la pérdida de memoria en la vejez y que se caracteriza por ser un estado clínico donde disminuye la función mnésica sin una causa aparente. La pérdida de la memoria a su vez, está relacionado con el desarrollo de enfermedades demenciales como trastornos depresivos o alzheimer.