Definición de lija
Una lija es un pez marino que forma parte del suborden de los escuálidos. Es una especie que puede medir hasta un metro de largo, con cabeza pequeña y boca dentada.
Las lijas presentan un cuerpo grisáceo que se torna blanquecino en la zona abdominal y exhibe manchas rojizas en el lomo. Aunque la piel no está cubierta de escamas, dispone de unas protuberancias córneas de gran dureza que la vuelven muy áspera. Por eso el ser humano utiliza la piel seca de este animal para la limpieza y el pulido de maderas y metales.
La idea de lija, por lo tanto, puede hacer referencia a la piel de este pez que, tras un proceso de secado, se utiliza para limpiar y pulir superficies. También se llama lija a un papel que, con esmeril, arena o vidrio molido adherido a una de sus caras, se emplea con el mismo fin.
El papel de lija, en definitiva, imita la piel del pez. Se produce a través de la adhesión de un material abrasivo a la hoja, de manera tal que puede utilizarse como herramienta.
Si una persona desea barnizar una mesa de madera, por ejemplo, antes deberá frotar su superficie con una lija para que quede bien lisa. La fricción entre el elemento abrasivo y la madera irá generando el resultado buscado. Una vez que la mesa está lijada, se puede aplicar la capa de barniz con facilidad.
Lijar correctamente la madera no es una tarea fácil, al menos no para una persona sin experiencia previa en este campo. Si bien el aspecto más evidente de un mueble suele ser su acabado, ya sea la pintura o el barniz, éste no puede quedar bien si no se ha llevado a cabo un trabajo impecable de lijado con anterioridad.
Con el uso de la lija es posible eliminar las marcas que hayan dejado otras herramientas sobre la madera, como los cepillos y las sierras, y de este modo alisar y nivelar la superficie. Recién después de este paso se aconseja trabajar el barniz o la pintura, para aumentar considerablemente el grado de adherencia.
Uno de los primeros puntos a tener en cuenta es que no todos los tipos de lija son adecuados para cualquier tipo de madera. Por otro lado, una vez que lo hemos escogido, debemos saber que a lo largo del proceso nos conviene usar varios grosores, yendo del mayor al menor, para conseguir un acabado profesional. Es importante que la diferencia entre un grosor y el siguiente no supere el cincuenta por ciento.
No debemos subestimar la importancia de este cambio de grosor, ya que sirve para eliminar cualquier daño que haya causado la abrasividad del papel anterior. Si no incluimos este procedimiento en nuestro trabajo de lijado, es probable que cuando lleguemos a la fase de sellado o lacado notemos ciertas imperfecciones, y entonces será demasiado tarde para corregirlas.
Uno de los consejos más generalizados para trabajar la madera con lija es hacerlo en la misma dirección de la veta o los surcos que se aprecian en su superficie. Los objetos con curvas presentan un desafío mayor que los planos, ya que si no prestamos atención podemos deformarlos a causa de lijar más unas partes que otras. También es importante cambiar el papel en cuanto se desgasta.
Para lijar madera usando sellador, es necesario dejarlo secar antes de proceder. Para saber si se encuentra en el punto justo se recomienda una prueba de lijado: si vemos que caen unas tiras pequeñas, entonces la madera no se ha secado lo suficiente; si, por el contrario, solamente sale polvo blanco al lijarla, entonces ya podemos proceder.
Lija, por último, es el nombre de una ciudad de la República de Malta. En dicha localidad tiene su sede el club de fútbol Lija Athletic F.C.