Definición de barniz
El nombre de una ciudad egipcia derivó en veronix, un término del bajo latín que luego se convirtió en berniz y llegó a nuestro idioma como barniz. Se llama barniz a una disolución de una o varias resinas o sustancias aceitosas en un líquido que, al estar en contacto con el aire, se seca o se volatiliza.
Aunque su origen histórico no está claro, se sabe que los barnices eran usados por los antiguos griegos para proteger la madera de sus embarcaciones. También en el Antiguo Egipto se utilizaban barnices para decorar las tumbas.
El barniz, a nivel general, suele aplicarse a distintos elementos para resguardarlos de los daños que provocan agentes externos como los rayos del sol y la humedad. Además de mejorar la resistencia, los barnices también se usan para embellecer las superficies.
Existen los barnices sintéticos y los barnices que se originan en elementos de la naturaleza. Es importante destacar que es posible mezclar estas sustancias con colorantes para alterar su color.
Una vez que el barniz se seca, se convierte en una especie de película que cubre la superficie. El barniz, de este modo, actúa como una fina capa que brinda protección a lo barnizado.
Los amante del bricolaje se enfrentan a un gran número de desafíos y técnicas para restaurar objetos deteriorados, convertir residuos en artículos para el hogar e incluso imitar diseños exclusivos con muy poco dinero. Entre todas las actividades que realizan, el barnizado es una de las más comunes, y la suelen practicar sobre madera, tanto para revivir viejos muebles como para dar un acabado más impactante a casi cualquier producto.
Es que no debemos subestimar el efecto renovador que el barniz tiene en los objetos, especialmente en los de madera, ya que este material suele lucir bastante opaco si no se trabaja de ninguna manera. Como en cualquier caso, no basta con comprar una lata de barniz y aplicarla sobre un mueble, sino que es necesario aprender ciertos trucos y familiarizarse con los diferentes aspectos del proceso.
Uno de los primeros puntos a tener en cuenta antes de barnizar es conocer las características de la superficie, ya que sólo entonces podremos comprar el tipo de barniz adecuado para ella. En el caso particular de la madera, dado que puede llegar a ser un material muy poroso, a veces se vuelve necesario aplicar varias capas de barniz.
Además de conocer el tipo de madera para comprar el barniz correspondiente es importante contar con un espacio de trabajo de dimensiones adecuadas, preferentemente si se encuentra aislado de todos aquellos productos que deseamos proteger de manchas y caídas, como ser los electrodomésticos, las cortinas y las alfombras.
En este contexto entra la necesidad de una adecuada ventilación, ya que la inhalación de barniz –aunque más no sea indirecta– puede acarrear una intoxicación. Por otro lado, se aconseja contar con una estructura sobre la cual apoyar el objeto a barnizar para evitar malas posturas.
Si la madera se encuentra desgastada, ya había sido barnizada o no está completamente limpia, debemos lijarla y quitarle el polvo antes de aplicarle cualquier producto. Con respecto a la brocha para barnizar, se recomienda una grande y plana para cubrir superficies amplias, en combinación con una pequeña para los bordes y las partes de difícil acceso.
Barniz, por otra parte, es el nombre que recibe la disolución que se usa para bañar la porcelana, la loza y el barro cuando están crudos para que luego, con la cocción, se vitrifique, impermeabilice la pieza y adquiera un acabado brilloso. Estos barnices también son resinosos y dejan una película muy delgada sobre los objetos en los cuales se aplican.