Definición de insular
Con origen en el vocablo latino insulāris, insular es un adjetivo que se utiliza para aludir a aquel o aquello originario de una isla o vinculado a ella. Una isla, a su vez, es un sector de tierra que se encuentra rodeado de agua.
Los territorios insulares, por lo tanto, son islas. Hay territorios insulares en mares, ríos y lagos, con extensiones muy diversas. La formación de estas regiones, a su vez, puede deberse a diferentes factores, como la acumulación de sedimentos o erupciones volcánicas.
Cuando un Estado se desarrolla por completo en un grupo de islas o en una única isla, se habla de país insular. A nivel mundial hay casi medio centenar de países insulares. Australia, Japón, Indonesia, Cuba, Puerto Rico e Islandia son ejemplos de estas naciones.
Se denomina plataforma insular, por otra parte, a la superficie del fondo submarino que se halla cerca al litoral de una isla. Esta plataforma se extiende desde la costa hasta una profundidad que no supera los 200 metros.
En España, en tanto, existe el cabildo insular. Así se denomina a la corporación administrativa de las islas Canarias, encargada de representar a la población de cada una de las islas del archipiélago.
El archipiélago de Canarias constituye una comunidad autónoma. Está formado por siete islas principales: Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro. Cada una de estas islas tiene su cabildo insular, con diversas competencias y facultades (el Cabildo Insular de Lanzarote, el Cabildo Insular de Fuerteventura, el Cabildo Insular de Gran Canaria, etc.).
En algunos casos, las limitaciones que supone la distancia entre una isla y el territorio continental al que pertenece vuelve muy difícil el progreso y la comunicación. Sin entrar en ningún caso en concreto, podemos decir que algunos países dan menos importancia a sus archipiélagos a la hora de tomar decisiones relativas a su infraestructura comercial, y esto los va dejando atrás en el camino hacia el desarrollo económico y cultural.
La vida en una isla puede ser maravillosa en lo que al contacto con la naturaleza respecta: estar rodeado de mar es el sueño de muchos, y esto sin entrar en las características del clima de algunas islas, que las mantiene en un aparente verano eterno. No es raro encontrarse con personas que ahorran todo el año para tomarse las vacaciones de verano en una isla, lejos del estrés y la claustrofobia de las ciudades continentales.
Pero la vida insular no es tan fácil para los lugareños como para los turistas, una diferencia que de todos modos se da en casi cualquier sitio. Por lo general, los destinos turísticos veraniegos sufren un descenso importante de su actividad económica durante los meses de otoño, invierno y primavera, dado que se enfocan en los negocios que dependen de los extranjeros para funcionar. El resto del año, de hecho, muchas de las tiendas cierran ya que no se justifica su apertura para el público local.
Otro de los fenómenos que tienen lugar en ciertas islas es un atraso a nivel tecnológico a causa de la dificultad que supone la instalación de servicios de Internet, el más importante medio de comunicación desde comienzos de siglo. Claro que esto no se da en todas las islas: Japón es un país insular, pero a pesar de ello se encuentra a la vanguardia de las redes; Australia, por otra parte, se ha quedado en el tiempo en este aspecto y lo sufren sus ciudadanos cuando se ven privados de servicios comunes en otros países de habla inglesa, tales como la televisión bajo demanda en ultra alta definición o los juegos en línea.