Definición de insulso
La etimología de insulso nos lleva a insulsus, un vocablo latino que puede traducirse como “sin sal”. A aquello que carece de sabor, por lo tanto, se lo califica como insulso.
Por ejemplo: “No me gustó este plato, me pareció insulso”, “¡Qué pastel más insulso! Esperaba algo diferente”, “Para que la receta no quede insulsa, es importante añadir a la preparación diferentes hierbas aromáticas”.
Lo insulso se asocia a lo insípido o desabrido. Mientras que muchos alimentos presentan un sabor distintivo que se percibe fácilmente, otros son más insulsos y requieren del agregado de sal, pimienta y otros condimentos para que resulten más sabrosos.
Supongamos que una persona pone a hervir agua en una olla y luego echa un puñado de fideos. Una vez que la pasta está cocida, la sirve y empieza a comer. Seguramente a este individuo la comida le resultará insulsa. Esto se debe a que lo mejor es hervir los fideos en agua con sal o, al menos, acompañarlos luego con aceite o alguna salsa.
La comida insulsa es una pesadilla para los amantes de la cocina: dedicar horas a preparar un plato con muchísimo esmero y obtener un resultado que no sabe a nada es muy decepcionante. Si bien hay personas que nacen con una intuición especial para la cocina, que las lleva a experimentar con diferentes ingredientes y condimentos casi siempre con éxito, la mayoría debe esforzarse más para conseguir platos sabrosos. De todos modos, existen varios trucos para no fracasar en el intento.
Antes de aventurarnos a preparar una receta debemos tener en cuenta un principio fundamental: el exceso de condimento es tan grave como la escasez, sino peor. La comida no es más sabrosa cuantos más ingredientes diferentes tenga, sino que el secreto se encuentra en la combinación, en las proporciones y en la cocción.
Está claro que un plato insulso es aquel cuyo sabor no está bien definido. Por eso es muy importante tener bien claros nuestros objetivos antes de comenzar. ¿Queremos un resultado picante o dulce, fuerte o suave? Para responder a estas y otras preguntas también es necesario saber si se trata de un plato principal o de acompañamiento, de una salsa o de un aderezo. Por ejemplo, las recetas que generalmente se bañan en salsa no deben tener un sabor muy saturado, ya que se completan con esta otra parte.
Es importante señalar que debemos educar nuestro paladar antes de juzgar ciertas comidas poco comunes. Hacerse las preguntas anteriores también sirve para el comensal, ya que no podemos decir que un guacamole es insulso solamente porque no sepa tan intenso como el relleno de un taco mexicano.
Más allá de la cocina, la idea de insulso también se emplea para aludir a aquel o aquello que evidencia una falta de gracia: “Un joven insulso me dio charla en el bar, pero pronto me aburrí y me alejé de él”, “En un partido insulso, el seleccionado local empató sin goles frente al equipo europeo”, “Mi primer trabajo en cine fue un papel insulso: tuve que interpretar a un muchacho parco y tímido que casi no interactuaba con el resto de los personajes”.
Sobra decir que el uso de este término para describir a una persona no es agradable para ella, sino que se trata de un insulto. De hecho, si bien no es sano hablar mal de alguien a sus espaldas, por lo menos es preferible a decirle de frente que «es un insulso». Precisamente, en las relaciones interpersonales todos apuntamos a dejar una huella, a que nos recuerden por algo que nos distinga; el individuo insulso no sabe evidenciar esa característica, razón por la cual la gente a su alrededor lo considera carente de brillo.