Definición de hipermedia
El concepto de hipermedia, utilizado en el terreno de la informática, se construye a partir de dos términos: hipertexto y multimedia. Para comprenderlo, por lo tanto, primero hay que centrarse en dichas palabras.
Un hipertexto es una estructura de textos que están vinculados entre sí a través de enlaces. La idea de multimedia, por su parte, refiere a la combinación de múltiples medios (como textos, imágenes, videos, sonidos, etc.).
Hipermedia, de este modo, es una red o un conjunto de elementos enlazados entre sí que incluye textos, sonidos, imágenes y otros recursos. Esto quiere decir que hay diferentes clases de documentos que mantienen una conexión lógica y a través de los cuales es posible navegar.
La hipermedia, en definitiva, integra hipertexto y multimedia. Existen bloques de información que están interconectados mediante enlaces, con los cuales una persona puede acceder a los datos. Por eso la hipermedia permite la interactividad: el individuo decide qué recurso consultar según los clics que realiza en los enlaces.
Se puede afirmar que la multimedia aporta el valor de la variedad de datos, mientras que el hipertexto garantiza la estructura para la exploración de dichos datos. De esta manera la hipermedia favorece la difusión de conocimiento.
En un sentido amplio, es posible afirmar que la hipermedia presenta la misma clase de estructura que el hipertexto. La diferencia radica en que los nodos del hipertexto son todos iguales (textos), mientras que los nodos de la hipermedia albergan documentos de distintos formatos (textos, imágenes, sonidos, videos, animaciones), enriqueciendo las alternativas disponibles.
Dicho todo esto, debemos señalar que la hipermedia no es algo raro o que aprecien únicamente los expertos en informática; por el contrario, su ejemplo más sobresaliente es el propio Internet. Precisamente, en este espacio virtual que todos visitamos a diario durante varias horas, nos encontramos con una amplia combinación de hipertexto y multimedia que crece constantemente.
No podemos dejar de resaltar la importancia de la interacción en el contenido de la hipermedia: a diferencia de otros medios, como la radio y la televisión, éste se desenvuelve ante el usuario en base a sus acciones, que en la actualidad suponen mucho más que un simple clic con el ratón.
Nos encontramos en una era caracterizada por grandes avances que surgen como resultado del incesante trabajo de investigación de muchos equipos alrededor del mundo, gracias al cual tenemos realidad aumentada, control por voz, conversión de texto a voz en tiempo real, pantallas táctiles y vibración para simular texturas, entre otras tecnologías que nos acercan al mundo virtual más que nunca.
En otras palabras, la exploración de la hipermedia no supone el recorrido de un único camino, sino que permite un cierto grado de libertad, el cual depende en gran medida del diseño. Al analizar la etimología del término, además de notar la fusión entre hipertexto y multimedia, podemos decir que el prefijo hiper- se tomó de las matemáticas, donde sirve para la descripción de los espacios multidimensionales.
Internet crece a cada momento, gracias a los aportes de creadores y usuarios, que dejan su huella con un simple comentario, con un «me gusta» o que publican un nuevo blog, vídeo o un sitio completo, entre otras posibilidades. Esto le da un carácter de mundo infinito, que se retroalimenta constantemente con la libertad de la hipermedia: no sólo nuestro recorrido es libre porque escogemos por dónde ir y qué mirar, sino porque el propio contenido y su organización cambian de un segundo a otro.
Dependiendo de las características de cada sistema, las opiniones de los usuarios pueden influir en mayor o menor medida en el ordenamiento del contenido, e incluso conseguir que los moderadores borren ciertas publicaciones si las consideran ofensivas o fraudulentas. Nunca sabemos si un vídeo o un texto que hayamos leído un segundo atrás seguirá existiendo al segundo siguiente.