Definición de hematocrito
Se denomina hematocrito a la proporción de hematíes en la sangre. Un hematíe, a su vez, es una célula globosa.
Los hematíes, también llamados eritrocitos o glóbulos rojos, son las células que aparecen en mayor cantidad en la sangre. Su función es el transporte del oxígeno desde los pulmones hacia los diversos tejidos, órganos y aparatos del cuerpo, una misión que realizan gracias a una proteína conocida como hemoglobina.
El hematocrito se obtiene tras la realización de un análisis de la sangre en un laboratorio. El concepto alude a la fracción sólida de la muestra anticoagulada, que se separa de la fase líquida. Casi la totalidad del hematocrito se compone de hematíes, de allí su definición más habitual.
Los valores normales del hematocrito dependen de las referencias elegidas por cada laboratorio. Por lo general, los valores medios son de entre el 41% y el 51% para los hombres y de entre el 36% y el 45% para las mujeres. Esta diferencia se debe a que los hombres tienen una mayor musculatura que las mujeres y por eso requieren más oxígeno.
Las cifras pueden alejarse de esta media por la edad, la altitud y otros factores. Un hematocrito anormal también puede revelar diversas condiciones médicas, como deshidratación o un problema sanguíneo como ser la anemia (que se caracteriza por la insuficiencia de glóbulos rojos) o policitemia vera (cuyo rasgo principal es precisamente el opuesto al de la anemia, es decir, un número excesivo de glóbulos rojos).
Es importante destacar que el hematocrito forma parte del hemograma, que es el estudio que permite conocer la composición de la sangre y sirve como herramienta de diagnóstico. El hemograma también incluye el recuento de leucocitos, la cantidad de plaquetas y otros indicadores.
En definitiva, el hematocrito es una prueba que sirve para medir la cantidad de sangre que contiene glóbulos rojos en el contexto de un análisis de sangre. Si el resultado es un nivel demasiado alto o bajo, entonces podemos estar ante un problema de salud relacionado con la sangre, entre otros trastornos.
El hemograma completo, también conocido con el nombre de conteo sanguíneo completo, es lo que normalmente se menciona como análisis de sangre, y los médicos lo indican a menudo para conocer el estado de salud de sus pacientes, aunque también para realizar un diagnóstico más preciso cuando sospechan la presencia de ciertas enfermedades cuyos síntomas no son muy definidos. El hematocrito es una parte importante de este examen.
En algunos casos, los médicos les piden a sus pacientes un hematocrito de forma rutinaria, pero también si creen posible un caso de anemia o policitemia vera. Los síntomas más comunes de la primera de estas dos enfermedades son los siguientes:
* dificultad para respirar;
* cansancio o debilidad de forma anómala;
* dolores de cabeza demasiado frecuentes;
* mareos;
* baja temperatura en los pies o las manos;
* palidez en la piel;
* dolores en el pecho.
Con respecto a los síntomas frecuentes de la policitemia vera, podemos mencionar los siguientes:
* visión doble o poco definida;
* dificultad para respirar;
* dolores de cabeza;
* picores;
* enrojecimiento de la piel;
* cansancio;
* sudoración excesiva.
El procedimiento que llevan a cabo los profesionales de la salud durante la prueba de hematocrito consiste en tomar una muestra de sangre del brazo del paciente, insertando una aguja pequeña en una de sus venas. Una vez superado este paso, coloca la sangre en un frasco o en un tubo de ensayo adecuadamente identificados con los datos personales del paciente para su posterior análisis. Es normal sentir una leve molestia en el momento del pinchazo o cuando el especialista retira la aguja, pero nunca debería causar un gran dolor ni permanecer durante más de unos pocos minutos.