Definición de hada
La etimología de hada nos lleva al latín fata. Un hada es una criatura fantástica con forma femenina a la cual se le atribuyen capacidades mágicas.
Por ejemplo: “Ayer vi una película donde un hada le cumplía el sueño a una niña pobre”, “Mi hija pidió que decoremos su habitación con duendes y hadas”, “Cuando era pequeña creía que las hadas existían de verdad, por eso solía buscarlas por todas partes”.
Por lo general, las hadas se representan como mujeres de gran belleza que cuentan con alas de mariposa. La tradición indica que estos seres mitológicos se encargan de proteger los recursos naturales y de ayudar a las personas de distintas maneras.
Aunque existen diferencias según cada cultura, habitualmente se cree que las hadas pueden realizar hechizos y encantamientos. Algunas utilizan varitas o polvos mágicos para concretar la acción sobrenatural.
Se conoce como cuento de hadas a la historia de ficción que se narra a través de personajes del folclore (como las hadas, pero también brujas, sirenas, ogros, duendes y otros seres) y que incluye algún tipo de encantamiento. “Blancanieves”, “La Bella Durmiente” y “Hansel y Gretel” son algunos de los cuentos de hadas más famosos.
En estos cuentos suele aparecer la figura del hada madrina: un hada que protege o guía a otro personaje. Estas hadas, por lo tanto, cumplen con un rol similar al padrinazgo.
Las hadas también tienen un papel de relativa importancia en los videojuegos, donde suelen cumplir roles similares a los de los cuentos tradicionales. En la serie de títulos La leyenda de Zelda, desarrollada y publicada por la empresa japonesa Nintendo desde el año 1986, las hadas aparecen a menudo como personajes muy poderosos, capaces de devolverle la energía vital al personaje principal luego de haber recibido mucho daño durante una batalla, e incluso de revivirlo en cuanto es derrotado por sus enemigos.
Si bien existen muchas clases de hadas, no se relacionan con la mitología de la cual surgieron, sino que algunas provienen de fusiones de dos o más mitologías, así como de creencias personales de sus muchos admiradores. Las personas que creen en el espiritismo y el esoterismo conocen una clasificación que, entre otras de sus características, asocia a algunas de las hadas con los elementos. Veamos algunas de ellas a continuación:
* Lamias: pertenecen a la mitología vasca. Se caracterizan por tener el cabello largo, el cual mantienen radiante con peines de oro que cuidan con mucho esmero. Las terrestres tienen pies parecidos a los de los patos, mientras que las marinas, llamadas Itxaslamiak, se asemejan a las sirenas;
* Sílfides: son las hadas que crió Paracelso y representan el viento;
* Salamadras: se asocian con el fuego;
* Ninfas: estas hadas forman parte de la mitología griega, y se clasifican en varias más:
+ Náyades: viven en los ríos, y algunas de ellas son hijas de éstos;
+ Nereidas: son hijas de Nereo, el dios de las olas marinas, y viven en el mar Mediterráneo;
+ Oceánides: son hijas del océano, donde habitan. Una de ellas, Doris, es la madre de las nereidas;
+ Hamadríades: cada una está relacionada con un árbol, de manera que si alguien lo tala, mueren con él;
+ Melíades: son las de mayor antigüedad. Surgen de la sangre del dios del Cielo, Urano.
En el lenguaje coloquial, por último, la idea de cuento de hadas suele usarse como sinónimo de algo idílico o con final feliz: “Mi infancia fue un cuento de hadas: vivía junto al mar, rodeada de mis seres queridos”, “Pensé que trabajar en la televisión iba a ser un cuento de hadas, pero sufrí mucho”, “La historia de mi abuela se asemeja a un cuento de hadas”.