Definición de disolvente

El adjetivo disolvente, cuyo origen etimológico se encuentra en el latín dissolvens, se refiere a aquello que disuelve: es decir, que logra deshacer, desintegrar o separar algo.

En el ámbito de la química, se llama disolvente al líquido que propicia la separación de las moléculas o las partículas de un gas, un sólido u otro fluido. Una solución, por lo tanto, se crea cuando un soluto se diluye en un disolvente.

En este proceso, las moléculas del disolvente producen lo que se conoce como solvatación, rodeando las moléculas del soluto. Al agua se la denomina disolvente universal debido a su capacidad para funcionar como disolvente ante una enorme cantidad de sustancias.

El agua ofrece la ventaja de no ser contaminante; por eso es empleada en numerosos procedimientos que requieren el uso de disolventes (también llamados solventes). Estos disolventes que no provocan daños al medio ambiente son calificados como disolventes sostenibles.

La salmuera, por ejemplo, es una solución creada a través de la disolución de sal común en agua. De esta manera, para obtener una salmuera, hay que emplear agua (H2O) como disolvente de la sal (NaCl).

El alcohol, el metanol, el benceno, la gasolina y el cloroformo también pueden actuar como disolventes. En estos casos, se trata de sustancias que deben emplearse con precaución ya que son potencialmente peligrosas.

Es posible clasificar los disolventes tomando en cuenta su estructura química, y de este modo obtenemos los siguientes grupos:

* disolventes de hidrocarburos: dentro de este grupo hay otros tres, que se forman de acuerdo con la clase de esqueleto de carbono de sus moléculas, y son los alifáticos, los aromáticos y los parafínicos. Un ejemplo muy usado de disolvente de hidrocarburo es el diluyente de pintura;

* disolventes oxigenados: se generan por medio de reacciones químicas partiendo de las olefinas, que son derivados del gas natural o del petróleo, y también se dividen en subgrupos, aunque superan en número a los de hidrocarburos: cetonas, alcoholes, ésteres, éteres de glicol, ésteres de éteres de glicol y éteres. Nuestro organismo genera cetonas de forma natural cada vez que quema grasas;

* disolventes halogenados: se trata del tipo de disolventes que tienen un halógeno, como ocurre con el yodo, el bromo y el cloro. Otro ejemplo muy usado para limpiar en seco es el percloroetileno, un disolvente de gran eficacia.

Los disolventes se emplean en la fabricación de productos de limpieza, pinturas, adhesivos, cosméticos, textiles, alimentos y fármacos, por citar algunas posibilidades. Esto hace que mucha gente esté expuesta a los riesgos inherentes a la manipulación de las sustancias, tanto en la etapa de producción como en el uso o consumo del bien ya elaborado.

La eficacia de éstos y otros productos depende en gran parte de la inclusión de disolventes en su fabricación. Si nos centramos en las pinturas, por ejemplo, gracias a su aplicación es posible dispersar o disolver aquellos componentes que se utilizan a la hora de formular la pintura para que su consistencia sea ideal al momento del uso sobre una superficie, de modo que no se formen pegotes o grumos.

En el caso de algunas pinturas en espray se añaden ésteres de éteres de glicol con el objetivo de impedir que se sequen al contacto con el aire. Gracias a que estos disolventes se evaporan lentamente, permiten que a lo largo del proceso de pintado de un automóvil se puedan aplicar varias capas de pintura sin que se formen defectos.

Gran parte de las tintas que se usan en la impresión incluyen disolventes para conseguir colores más vibrantes. El tolueno, un disolvente hidrocarbonado, está presente en la tinta de ciertas revistas para reducir al mínimo la posibilidad de que se formen manchas luego de la impresión.

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