Definición de solvente
Lo primero que tenemos que hacer es establecer el origen etimológico de la palabra que ahora vamos a analizar de manera exhaustiva. En concreto, podemos determinar que aquel se encuentra en el latín y de manera más exacta en el término solvens, que puede traducirse como “el que paga”.
Solvente es un adjetivo que hace referencia a aquel que resuelve, que no tiene deudas o que merece crédito. Una persona solvente, por lo tanto, es capaz de cumplir con éxito una obligación o un trabajo. También es el sujeto que está en condiciones de afrontar obligaciones económicas.
Por ejemplo: “Tenemos que contratar una persona solvente que pueda ayudarnos a resolver los problemas de la empresa”, “Necesito alguien solvente para que dirija el departamento de marketing”, “Tengo que demostrar que soy solvente así puedo acceder a una nuevo crédito”, “El banco rechazó la concesión del préstamo ya que Mario no es solvente”.
En el ámbito de la química, una sustancia solvente es aquella que puede disolver. La mezcla homogénea entre un solvente y un soluto se conoce como solución.
En la soluciones, por lo tanto, el solvente o disolvente aparece en mayor cantidad y permite que el soluto se disuelva. En otras palabras, el solvente permite la dispersión del soluto en su seno. Lo más usual es que el solvente sea la sustancia que establece el estado físico de la solución.
Puede hablarse de solventes polares (que, a su vez, se dividen en polares próticos y polares apróticos) y solventes apolares, de acuerdo a su composición molecular. La solvatación es el proceso mediante el cual las moléculas del solvente rodean a las del soluto y permiten la disolución. El solvente más habitual, considerado el solvente universal, es el agua.
Todo ello sin olvidar tampoco que existen los llamados solventes orgánicos también conocidos como sustancias orgánicas volátiles. Tienen la particularidad de que liberan a la atmósfera una serie de compuestos y de que se evaporan rápidamente en el aire. De ahí que sean considerados como una fuente importante de contaminación aquellos que, por regla general, se emplean para acometer tareas de limpieza o para disolver determinadas materias.
Frente a ellos, han surgido los llamados solventes alternativos que reducen de manera notable los perjuicios que se ocasionan al medio ambiente. En concreto, se pueden dividir en varias categorías: neotéricos, benignos y reactivos. Como decíamos, presentan una serie de ventajas a la hora de proteger el entorno y es que utilizan sustancias químicas que son absolutamente respetuosas con aquel.
No obstante, tampoco hay que olvidar el hecho de que incluso son realizados mediante una serie de procedimientos químicos que son más eficientes, desde un punto de vista energético. De ahí que estos solventes alternativos, también llamados nuevos disolventes, estén catalogados como parte integrante de la “química verde”.
Un sector científico aquel que es el que ha permitido la creación de lo que se conoce como disolvente sostenible que es que el no causa ningún daño al medio ambiente.
La concentración de la solución, por último, refleja la relación entre la cantidad de solvente y la cantidad de soluto en una mezcla homogénea.