Definición de desdén
El término desdén se emplea para aludir a la apatía o el desgano con que se lleva a cabo una cierta acción. El desdén se vincula a la indiferencia. Por ejemplo: “Fui a pedirle explicaciones al director pero me contestó con desdén”, “Al tenista búlgaro su desdén le costó caro”, “Ante el desdén del gobierno, los manifestantes anunciaron una nueva marcha”.
Es posible asociar el desdén al desprecio o el desapego. Cuando una persona trata a otra con desdén, no le presta atención ni la respeta. De esta manera se coloca en una posición de superioridad: el interlocutor, en cierta forma, es negado o menospreciado.
Supongamos que una mujer se acerca a un policía y le informa que un hombre le dijo una grosería. El agente, en lugar de escucharla atentamente y de brindarle una respuesta acorde a su función, le contesta con desdén, diciéndole que no le haga perder el tiempo con un asunto sin importancia.
Tomemos el caso de alguien que ingresa a una oficina municipal para realizar un trámite. Este individuo se dirige a un empleado para pedirle asistencia, pero el trabajador se limita a indicarle que puede buscar la información en Internet. Pese a la insistencia del interesado, no le brinda mayores datos. Puede decirse, por lo tanto, que el empleado municipal trató con desdén al vecino que necesitaba asistencia para llevar adelante una determinada gestión.
Uno de lo caminos más recomendados para comprender el significado de las palabras es remitirse a sus sinónimos, esa serie de términos que no siempre significan exactamente lo mismo pero que al menos aportan un sinfín de matices que nos ayudan a advertir todos sus vértices. En el caso específo de desdén, y restando los sinónimos ya mencionados en los párrafos anteriores, tenemos los siguientes: desaire, displicencia, esquivez, postergación, ofensa y ultraje.
Como suele suceder, su lista de antónimos es bastante menos extensa, ya que la componen tan sólo los siguientes tres términos: respeto, estimación y aprecio. Pensemos en un trato ofensivo, que consiste en un desaire (generalmente gratuito) hacia un tercero, quien se siente confundido y ultrajado ante tal actitud esquiva, que posterga sus intereses y su propia existencia con total displicencia.
Estos sinónimos, por lo tanto, nos sirven para estudiar de cerca todos los rincones del significado de la palabra desdén, tanto los que hacen a la actitud de quien lo practica como a los que se pueden apreciar en la persona que lo recibe. En la vida moderna, muchas veces el desdén se advierte de forma aparentemente injustificada, como resultado del estrés que provocan las presiones laborales y estudiantiles; no es lo mismo tratar de este modo a alguien que nos haya hecho daño que a un desconocido.
Dicho esto, es posible asociar el desdén con la falta de educación si nos situamos en un caso de aparente arbitrariedad, es decir, una muestra de desinterés hacia alguien que no haya hecho nada para merecer este trato. De modo similar, si nos enfocamos en sus antónimos, bien pueden ser considerados propios de una persona con un buen nivel de educación, sobre todo si los usa al hablar con individuos a los que no conoce, como ser clientes de su tienda o simplemente desconocidos que se acercan a ella a preguntarle algo por la calle.
“Desdén”, por último, es el título de un tango de 1933 con música de Carlos Gardel y cuya letra escribió Mario Battistella. El desdén es uno de los temas recurrentes del tango, así como tantos otros que se enmarcan en las dificultades de la vida cotidiana y la complejidad de las relaciones humanas, a diferencia de los estilos musicales que abordan el amor idealizado, por ejemplo.