Definición de declinar
El verbo declinar, que procede del vocablo latino declināre, puede referirse al rechazo amable de una propuesta o de un convite. Por ejemplo: “Eres muy gentil, pero me temo que debo declinar la invitación ya que tengo otro compromiso asumido”, “Los problemas de salud llevaron al diputado a declinar su candidatura”, “Voy a tener que declinar mis aspiraciones”.
La idea de declinar también puede emplearse respecto a un decaimiento o a una tendencia negativa: “La empresa comenzó a declinar cuando falleció su fundador”, “La salida por lesión de su capitán hizo que el equipo empezara a declinar”, “¿Qué planea hacer el gobierno para revertir el declinar de la actividad productiva?”.
Declinar, por otro lado, es lo que hace algo cuando se acerca a su término o a su final: “Amo acercarme a la playa en el declinar del día para ver el atardecer en el mar”, “El gol decisivo llegó en el declinar del partido”, “En el reclinar de la vida aspiro a estar en paz”.
Como también sucede con otros términos de nuestra lengua, en el habla cotidiana se suele confundir el verbo declinar en su forma reflexiva, declinarse, con decantarse. Más específicamente, algunos hispanohablantes dicen de manera incorrecta que se declinan por algo, cuando en realidad quieren expresar que se decantan por algo.
Si bien en ningún diccionario se le adjudica a esta palabra un significado que nos lleve a pensar en darle dicho uso, sino que, por el contrario, se lo presenta como un sinónimo de «rechazar algo de forma cortés», este error se esparce a través de los medios de comunicación y así llega a millones de oyentes y lectores que lo aceptan como correcto y lo incorporan a su lenguaje.
Por ejemplo, es común encontrar en los periódicos y los programas de noticias radiales o televisivos oraciones como la siguientes: «El gobierno se ha declinado por una infraestructura que no se distingue tanto de la actual como para justificar la inversión monetaria», «Para dejar atrás el período de discriminación sexual, el ejército finalmente se ha declinado por incrementar el número de mujeres en sus tropas».
Claro que las confusiones en el uso del lenguaje no suelen tener lugar porque sí, sin ninguna razón, aunque muchas veces la explicación sea difícil de hallar. En este caso en particular, es probable que obedezca al hecho de que el diccionario ofrecido por la RAE indique entre las acepciones del verbo declinar que puede entenderse como «inclinarse hacia los lados o hacia abajo» o «cambiar de costumbres o naturaleza hasta llegar al extremo opuesto al original».
Si bien ambas definiciones pueden tener puntos en común con la del verbo decantarse, en este caso estamos hablando de movimientos involuntarios, no como resultado de una elección o preferencia, y que siempre apuntan a un deterioro, a un decaimiento; tanto es así que como ejemplo del cambio de costumbres la RAE propone «declinar de la virtud en la debilidad, en el vicio».
En el terreno de la gramática, declinar es una acción que tiene lugar en las lenguas que disponen de flexión casual, consistente en expresar las formas que exhibe un término como manifestación de los diversos casos.
La declinación, en este marco, es un procedimiento de los pronombres, los adjetivos y los sustantivos para señalar las diferentes relaciones gramaticales existentes en una oración. Al declinar, se puede marcar el objeto indirecto, el objeto directo, el sujeto, etc.
Por lo general se altera el término a través de un prefijo, un infijo o un sufijo, logrando una flexión nominal que modifica ciertos morfemas de la palabra. Declinar hace que se genera un cambio gramatical.