Definición de confiscación
Del latín confiscatio, confiscación es la acción y efecto de confiscar. Este verbo refiere a decomisar (incautar algo) o a penar con la privación de bienes, que pasan a formar parte del erario público. Por ejemplo: “Tras la orden judicial, la policía procedió a la confiscación de los electrodomésticos que habían ingresado al país de manera ilegal”, “Los vendedores ambulantes resistieron con palos y piedras la confiscación de sus productos”, “La tarea de confiscación nos permitió sacar del mercado más de 2.000 juguetes elaborados con sustancias tóxicas”.
Para el derecho, por lo tanto, la confiscación es la facultad del Estado para privar de las posesiones a una persona (física o jurídica) sin compensación alguna. Dichos bienes pasan a manos estatales.
Es posible distinguir entre la confiscación (la pena principal que consiste en la privación de bienes) y el decomiso (la pena accesoria que supone la pérdida de los efectos de un delito y de los instrumentos que permitieron delinquir).
Las formas en que se instrumenta la confiscación varían según la legislación. Por lo general, se da el poder a alguna autoridad competente (como las fuerzas policiales) de confiscar las mercancías ilegales (drogas, armas, etc.). En algunos casos, un juez emite la orden correspondiente para que la policía realice un allanamiento y confisque lo encontrado.
En el lenguaje coloquial, la noción de confiscación se usa para nombrar a la acción de privar a un subordinado de un objeto a modo de castigo. En este sentido, por ejemplo, la confiscación puede hacer referencia al padre que le quita temporalmente una consola o un ordenador a su hijo por no haber estudiado para un examen.
Confiscación de un contrato privado de hipoteca
El contrato privado hipotecario es una opción para aquellas personas que no califican para los préstamos tradicionales, y en este caso la escritura de la propiedad queda en manos del vendedor, mientras que el comprador realiza pagos mensualmente hasta cubrir el precio completo establecido en el contrato. De acuerdo con el contrato de propiedad, cuando el comprador no cumple con el acuerdo, el vendedor puede recurrir a la confiscación, para lo cual es recomendable realizar los siguientes pasos:
* leer detenidamente el contrato para asegurarse de contar con el derecho de confiscación. De ser así, el comprador tendrá la posibilidad de ponerse al día en los pagos, o se verá obligado a devolver la propiedad a su dueño original;
* enviar un aviso al comprador, indicándole la intención de confiscar el contrato, lo cual suele acelerar el trámite considerablemente. Esta notificación debe ser enviada por correo certificado y es muy importante conservar los comprobantes de pago;
* dirigirse a la oficina del secretario del circuito, en la jurisdicción del inmueble, realizar el pago de los honorarios del archivo y presentar la demanda de confiscación contra el comprador. Los documentos judiciales deben ser proporcionados al comprador y los requisitos para la citación serán informados por el secretario antes mencionado;
* una vez transcurrido el tiempo límite de respuesta por parte del comprador, si éste procede adecuadamente, entonces será citado a declarar, mientras que si ignora la notificación será sancionado por rebeldía en un tribunal;
* presentarse en la corte en la fecha programada, con una copia del contrato, la documentación que acredite el atraso en los pagos y los diálogos que se hayan mantenido con el acusado en los intentos de resolver la morosidad. La decisión del juez puede obligar al comprador a pagar la totalidad del precio o bien a cubrir sus pagos atrasados; por otro lado, el juicio también puede derivar en una nueva venta del inmueble.
Cuando el juez decide que el inmueble sea revendido, lo normal es que el único postor sea el dueño original, aunque para recibir el título de la propiedad la espera puede alcanzar los seis meses.