Definición de concordancia
Se llama concordancia a la anuencia, el consentimiento o la correspondencia que existe entre dos elementos. El término, que procede del latín concordantia, puede utilizarse en diversos contextos.
En el ámbito de la gramática, la concordancia es la congruencia de tipo formal que debe registrarse entre las informaciones flexivas de aquellos vocablos que están vinculados a nivel sintáctico.
Lo que hace la concordancia gramatical es establecer la relación gramatical entre los distintos constituyentes. Para esto apela a referencias cruzadas que llevan a cada palabra a adoptar una cierta forma de acuerdo a los rasgos que determina otra palabra: ambas, por estos rasgos, concuerdan.
El número y el género son dos de los rasgos que permiten el desarrollo de la concordancia gramatical, que puede ser verbal, nominal o de otra clase. Para expresarse de manera correcta, tiene que existir una concordancia entre los artículos, los adjetivos y los sustantivos que forman una oración, por citar un caso.
Esto quiere decir que, si vamos a usar el sustantivo “casa”, por ejemplo, tendremos que emplear también un artículo femenino y singular (“la”) y un adjetivo que resulte concordante (como “grande”): “La casa grande”. Expresiones como “El casa grande”, “Las casa grande” o “La casa grandes” no tienen concordancia.
En la música, la concordancia es la proporción que mantienen las diversas voces que, en una composición, suenan juntas.
Se habla de concordancia genética, por otra parte, para aludir a la existencia del mismo rasgo fenotípico en una pareja de individuos, por lo general de gemelos monocigotos aunque también puede ser cualquier par e individuos que se encuentren en el conjunto que está siendo estudiado.
El término fenotipo se usa en el ámbito de la genética, aunque también en otras áreas de estudio de la biología, para hacer referencia a la expresión del genotipo (la información genética en forma de ADN de un organismo dado), tomando en cuenta un ambiente determinado. Los rasgos fenotípicos pueden apreciarse tanto en el cuerpo como en la conducta de los individuos; además, no siempre las características estudiadas son visibles, algo que se puede ejemplificar con las enzimas.
En otra palabras, la concordancia genética puede ser definida como la probabilidad de que los dos integrantes de una pareja determinada posean la misma característica, o que uno de ellos tenga una característica que haya sido observada en el otro.
Los estudios enfocados en hermanos gemelos monocigotos buscan dar con la tasa de concordancia genética de rasgos fenotípicos, por lo general de enfermedades, para saber qué porcentaje de éstas aparece por el ambiente y cuánto les llega por la carga genética. Como el ADN de los gemelos monocigoto es idéntico, se espera que sufran las mismas enfermedades genéticas; si bien esto se cumple para las monogénicas, no así en el caso de las poligénicas.
Algunos estudios gemelares han despertado reacciones controvertidas, como ser aquéllos que buscaban concordancia genética con respecto a la inteligencia o la homosexualidad de los individuos.
Cuando parte del estudio consiste en modificar la posición del ADN de manera directa, alterando una simple base nitrogenada, la concordancia se entiende como el porcentaje de bases idénticas. En teoría, ésta debería ser del 100% en dos muestras de la misma persona o de gemelos monocigotos, pero suele rondar el 99% a causa de ciertas mutaciones somáticas (cambios un nucleótido o en la organización del ADN) y artefactos de las pruebas.
Dicho esto, se entiende que la concordancia genética también puede servir como método para calificar la precisión de diversas pruebas. Usando este procedimiento, se espera que entre padres e hijos exista una concordancia cercana al 50%, ya que cada individuo hereda la mitad del ADN de cada progenitor.