Definición de coincidencia
Coincidencia es el acto y el resultado de coincidir: estar de acuerdo, convenir. La coincidencia también puede referirse a una coexistencia o una concomitancia. Por ejemplo: “¿Tú también te irás de vacaciones a Miami? ¡Qué coincidencia!”, “No quise encontrarme con mi ex novio en el bar, fue sólo una coincidencia”, “Los presidentes de estos países tienen más coincidencias que desavenencias”.
Una coincidencia puede ser algo que se produce de manera simultánea y/o en el mismo lugar. Supongamos un hombre decide ir a cenar con su esposa a un restaurante, y en ese sitio se encuentra de manera casual con un amigo que está cenando con su mujer. La elección del mismo restaurante fue una coincidencia: no se trató de un plan pensado con anterioridad.
Puede decirse que una coincidencia se produce cuando distintas personas toman, de manera independiente, la misma decisión o decisiones análogas. Que dos vecinos decidan comprar el mismo modelo de automóvil es una coincidencia. Lo mismo puede expresarse de dos hermanos que, viviendo cada uno con sus respectivas parejas, eligen el mismo menú para cenar.
Con respecto a las coincidencias de apariencia espontánea, hay quienes creen que no se tratan del resultado del azar, sino que siempre existe un camino bien definido detrás de todo hecho, seamos o no conscientes de que lo recorremos a cada paso con nuestros actos. De esta manera, algunas personas suelen rechazar la casualidad en pos de la causalidad. Las discusiones al respecto son interminables, dado que ninguna de las partes puede demostrar de forma irrefutable su postura. Lo cierto es que hay situaciones que dejan perplejos a sus protagonistas por el grado de coincidencia que las caracteriza.
Lejos de ser una cuestión que interesa únicamente a los más supersticiosos, el estudio de las coincidencias han tenido ocupados a muchos científicos a lo largo de la historia. Buscando respuestas a interrogantes tales como «¿es posible conocer el destino?», han dedicado sus vidas a traducir en fórmulas los fenómenos aparentemente casuales e inexplicables de la naturaleza, y en algunos casos han tenido éxito.
Tal es el caso de la proporción áurea, un descubrimiento que sirve para describir la espiral que se aprecia en la concha de una caracola, entre otras cuestiones que fascinan al ser humano, como ser el cuadro de la Mona Lisa, todo gracias a un número algebraico irracional.
La idea de coincidencia también se utiliza para referirse al hecho de compartir un cierto pensamiento o un determinado modo de proceder. Si dos o más dirigentes de diferentes partidos políticos están de acuerdo con eliminar impuestos y con arancelar el acceso a la educación, se puede decir que existen coincidencias entre ellos.
Coincidir en ciertas ideas o pensamientos es lo mismo que decir «estar de acuerdo», «acordar» o «convenir». En otras palabras, se puede decir que en un caso como el de los dirigentes políticos citado en el párrafo anterior existe una coincidencia como producto del diálogo, que los lleva a apoyar las mismas decisiones, y quizás también una coincidencia previa a su encuentro, si ya tuvieran las mismas ideas antes de hablar o, incluso, de conocerse.
Cabe destacar que, antes del inicio de algunos programas de TV y películas, los realizadores aclaran que las semejanzas con hechos o personajes reales son “pura coincidencia”. De este modo especifican que, si algún elemento de la ficción resulta coincidente con la realidad, es por casualidad. En estos casos, las compañías cinematográficas buscan librarse de cualquier acusación con respecto al parecido de la historia con la vida de ciertas personas, especialmente cuando el contenido incluye escenas consideradas «fuertes», como ser racistas, sexistas o extremadamente violentas.