Definición de colágeno

El colágeno es una proteína que se encuentra en los huesos, en los cartílagos y en el tejido conjuntivo. Secretado por ciertas células y presente en la totalidad de los animales, el colágeno permite el desarrollo de fibras.

El proceso de formación del colágeno se inicia cuando, en el interior de las células, varias series de aminoácidos se unen para la formación de cadenas de polipéptidos, que a su vez se vinculan mediante puentes de hidrógeno intramoleculares. Estas cadenas se componen de glicina, lisina, prolina y otras sustancias. Diversas fases de ensamblado y síntesis permiten finalmente la creación del colágeno.

Cuando la síntesis del colágeno es defectuosa, pueden producirse diversos trastornos en la salud, como la distrofia muscular congénita de Ullrich y la osteogénesis imperfecta. Es importante destacar que las estructuras formadas con las fibras de colágeno permiten resistir fuerzas de tracción.

Dadas las funciones que realiza el colágeno en nuestro organismo, algunos lo denominan de manera informal «el pegamento de nuestro cuerpo». Pero se trata de una proteína que hace mucho más que proveerles resistencia a los tejidos, ya que también ayuda a volverlos más elásticos, a filtrar ciertas sustancias y a sujetar todas sus partes.

Como se menciona en el primer párrafo, el colágeno es una proteína que pueden sintetizar los organismos de los animales; debemos agregar, sin embargo, que esto se da de forma exclusiva en este reino, ya que las plantas no pueden hacerlo. Por otro lado, el consumo de ciertos vegetales y sustancias de origen natural puede estimular su producción, algo que hacen millones de personas todos los días en busca de un aspecto más juvenil.

Precisamente, una dieta en la que abunden ciertos componentes puede promover la producción de colágeno por parte de nuestro organismo, y en este grupo encontramos los siguientes:

* alimentos con alto contenido en vitamina C, como ser el limón, la naranja, la piña, el pomelo, el mango, el melón y el kiwi, además de ciertas verduras como el repollo y las coles de Bruselas;

* verduras como la berza, el repollo, la escarola, la col, la espinaca, la berenjena y el coliflor;

* alimentos con aminoácidos, ricos en prolina y lisina, dos sustancias que encontramos en los pescados azules, las carnes magras, la clara del huevo y la leche;

* frutos rojos, ya que su contenido en licopeno posee una acción antioxidante y colabora con la generación de colágeno. Este grupo incluye el tomate, la remolacha, los pimientos, las fresas, las frambuesas, las cerezas y la sandía;

* frutos secos, los cuales tienen muchos beneficios aparte de éste. Se recomienda comer piñones, nueces, avellanas, castañas, anacardos, semillas de calabaza, pistachos, almendras y pipas de girasol;

* aceite vegetal de semillas (ya sea de soja o girasol), verduras de hoja verde, marisco y pescados azules, entre otros alimentos con ácidos grasos poliinsaturados;

* alimentos que contengan genisteína, otra de las sustancias capaces de estimular la producción de colágeno. La bebida de soja es uno de los ejemplos más sobresalientes de este grupo.

Existen distintos tipos de colágeno según su composición molecular: desde el colágeno de tipo I hasta el colágeno de tipo XXI. La presencia de estos colágenos está repartida por distintas zonas del cuerpo.

Cabe destacar que con el colágeno se elabora la gelatina. Este producto de consistencia semisólida a temperatura de ambiente se produce con el colágeno que se obtiene del tejido conectivo. El colágeno se hierve en agua y luego, al enfriarse, adquiere la típica consistencia de la gelatina.

Por su elevado valor proteico, la gelatina es un alimento que se recomienda en muchas dietas. La gelatina de postres, saborizada y aromatizada con frutas, es popular en muchos países.

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