Definición de calumnia
Una calumnia es una acusación falsa que se realiza con el objetivo de provocar un perjuicio. En el plano jurídico, se llama calumnia al hecho de imputar un delito a un sujeto sabiendo que aquello de lo que se lo acusa nunca existió o no fue realizado por el imputado.
Para que exista la calumnia, por lo tanto, tiene que haber una imputación o acusación falsa: quien acusa lo hace con el objetivo de dañar al acusado. Otra posibilidad es que el acusador esté convencido de la veracidad de su imputación pero actúe con desprecio a la verdad.
Esto quiere decir que la calumnia puede acarrear un dolo (cuando el individuo sabe que es falso lo que imputa) o un dolo eventual (puede creer que no es falso pero no le interesa acceder a la verdad y por lo tanto genera un perjuicio).
Supongamos que dos personas se disputan la candidatura a la presidencia de un club deportivo. De acuerdo a distintas encuestas, ambos se encuentran muy parejos en la intención de voto de los socios. Uno de ellos, para manchar la reputación de su oponente, lo acusa de haber recibido sobornos de un representante de jugadores para contratar a sus representados en caso de convertirse en presidente.
El acusado se defiende asegurando que nunca ha cometido un delito y le exige a su contrincante que se retracte. Sin embargo, éste no lo hace e insiste con la imputación en los medios de comunicación. Ante este panorama, el acusado denuncia al otro candidato por el delito de calumnias.
En la actualidad, la calumnia es una parte integral de la comunicación a través de las redes sociales, aunque ésta no fuera la intención de los creadores de Internet. Si bien existen muchas personas que aprovechan esta herramienta para estudiar a distancia, enriquecerse culturalmente leyendo acerca de otros países y hacer amistades sin que las barreras geográficas supongan un límite, la mayoría le reserva un espacio en su vida no mucho más elevado que el de la telenovela de la tarde.
Es importante distinguir entre una calumnia que comienza a esparcir un mafioso dispuesto a enfrentarse cuerpo a cuerpo con su enemigo, sin miedo a morir en un duelo de navajas, y la que un usuario de una red social emite oculto tras un nombre ficticio que no desvela ningún dato personal como para reconocerlo o localizarlo. En otras palabras, este tipo de ataques gratuitos, que hoy en día son moneda corriente en Internet, se caracterizan por la cobardía de sus autores.
Una de las características de la calumnia es la facilidad con la que se esparce: a diferencia de un comentario que se hace en la intimidad, como parte de una conversación entre amigos que ambos esperan no trascienda las barreras de su relación, la calumnia se crea con el propósito de humillar a la víctima ante la mayor cantidad de personas posible.
Por ejemplo, cuando alguien se decide a calumniar a un vecino de su edificio porque le molesta un aspecto de su personalidad y desea hacerle la vida imposible hasta conseguir que se vaya, no llama a un ser querido para desahogarse por teléfono sino que se acerca a la persona más chismosa de la comunidad y le cuenta una serie de mentiras acerca del vecino, sabiendo que en cuestión de minutos todo esto será de público conocimiento y todos comenzarán a mirar mal al vecino en cuestión.
En Internet sucede algo similar, aunque el proceso es más fácil y mucho menos comprometido: basta con hacer una serie de comentarios incisivos en los foros y las redes sociales adecuadas para que en pocos minutos la información se deforme y se esparza por todas partes.