Definición de brasero
El concepto de brasero proviene de brasa: el carbón o la leña cuando están encendidos. Se conoce como brasero al recipiente en el cual se colocan las brasas.
Los braseros, por lo tanto, son pequeños depósitos de brasas que se emplean para calentar un lugar. Lo habitual es que se fabriquen con metal, aunque también existen los braseros de cerámica.
Generalmente el brasero tiene forma cóncava y presenta un pie que le permite ubicarse sobre el nivel del suelo. Los agujeros que dispone en su tapa posibilitan la salida del calor que emana de las brasas incandescentes.
En la antigüedad era habitual que se ubicara al brasero en el centro de un ambiente. Apelando a una paleta con orificios, se removían las brasas cuando la combustión comenzaba a ceder.
En los palacios y los castillos de la monarcas, se llamaba brasero al sirviente que, en la temporada invernal, se encargaba de depositar las brasas en los recipientes correspondientes. De este modo posibilitaba el funcionamiento de los braseros.
Por sus características, el brasero es un utensilio que resulta peligroso. Muchas veces se desatan incendios cuando las brasas entran en contacto con productos textiles. Además, la acumulación del monóxido de carbono en habitaciones mal ventiladas puede producir intoxicaciones.
Con el arribo de la electricidad a las viviendas, el uso de los braseros se volvió infrecuente. A partir de entonces surgieron otras formas de calefacción.
Cabe destacar que, en algunos países, se denomina brasero a un fogón portátil que se emplea para la cocción de alimentos. Estos braseros suelen utilizarse a modo de parrilla para asar carne.