Definición de carbón
Lo primero, antes de determinar el significado del término carbón, es conocer su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que procede del latín, exactamente de “carbo”, que se viene a referir a la materia de color negro que queda como resultado después de quemar la madera.
Se llama, por tanto, carbón a una sustancia fósil resultante del proceso de descomposición de un material leñoso. El carbón, que se emplea como combustible, es un recurso no renovable: no se puede regenerar o producir para sostener su consumo.
Compuesto por azufre, nitrógeno, hidrógeno, oxígeno y otros elementos, el carbón surgió mayoritariamente en el llamado Período Carbonífero, que finalizó hace cerca de 300 millones de años. Al proceso geológico que convirtió sustancias orgánicas de tipo vegetal en carbón se lo denomina carbonización.
El desarrollo del carbón se inicia con la acumulación de vegetales en regiones marinas o pantanosas de escasa profundidad. Los restos de estas plantas se depositan en el fondo y, al ser tapados por el agua, quedan a resguardo del aire. Con el paso del tiempo, bacterias anaerobias transforman las sustancias, que comienzan a enriquecerse en carbono y a cubrirse de arcilla y arena.
Al utilizarse como combustible, el carbón puede emplearse para producir energía eléctrica. El carbón también se usa en la industria siderúrgica y en la producción de cemento, por ejemplo.
Se conoce como carbón vegetal al material de color oscuro, sólido y combustible que surge por la combustión incompleta o la destilación de residuos vegetales y de la madera. Se trata de una sustancia con un elevado porcentaje de carbono.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que también existe lo que se da en llamar carbón activado o carbón activo. Se trata de un material altamente cristalino y poroso que se emplea tanto para purificar el agua potable como para purificar glicerina pasando por darle forma a máscaras antigás.
El proceso para poder obtener ese material se lleva a cabo haciendo uso de materiales tales como la cáscara de coco, palmeras, nueces o madera. Esos luego son sometidos a dos tipos de procedimientos como son la activación térmica y la activación química.
El carbón animal, por su parte, se obtiene de un proceso similar al del carbón vegetal, pero a partir de huesos de animales. En este caso, el porcentaje de carbono es inferior. El carbón animal se utiliza como decolorante.
De la misma manera, dentro del ámbito de la gastronomía, y más concretamente de la repostería, existe lo que se conoce como carbón dulce. Se trata de un dulce muy típico de las fiestas navideñas en España. Sí, porque se considera que es el presente que los Reyes Magos dejan, en lugar de buenos regalos, a los niños que no se han portado bien durante el año.
Visualmente se parece al carbón mineral pues es de color negro, tiene una consistencia dura y su apariencia es rocosa. Es muy rico en azúcar y se obtiene a partir de este y de agua.