Definición de bilis
Hasta el latín hay que marcharse si se quiere encontrar el origen etimológico del término bilis, que ahora nos ocupa. Al realizar esa operación nos topamos con el hecho de que aquel emana de la palabra latina “bilis”, que puede traducirse como “secreción de tipo hepático”.
La bilis es un jugo de color amarillento que es segregado por el hígado de los vertebrados. Se trata de una sustancia líquida que actúa en la digestión, actuando como emulsionante de los ácidos grasos.
La bilis está formada en un 97% por agua, con el 3% restante compuesto por sales biliares (como el taurocolato de sodio y el glicocolato de sodio), proteínas, colesterol y hormonas. El hígado se encarga de segregar la bilis de manera continua: dicha bilis se utiliza en el proceso digestivo o se almacena en la vesícula biliar. La producción de bilis en el caso de los seres humanos es de un litro diario aproximadamente.
Al comer, la bilis sale de esta vesícula y llega al intestino, donde se mezcla con las grasas de los alimentos. Las grasas son disueltas por los ácidos biliares y pasan a formar parte del contenido del intestino. Una vez disueltas, las enzimas del páncreas y de la mucosa intestinal se encargan de digerir las grasas.
Esto quiere decir que la bilis ayuda a que las grasas sean absorbidas por el intestino delgado y, por lo tanto, es necesaria para la absorción de las vitaminas liposolubles (las vitaminas A, D, E y K).
La bilis también ayuda a excretar la bilirrubina, neutraliza los ácidos en exceso del estómago, elimina los microbios que ingresan al organismo con la comida y es detoxificante para el exceso de alcohol y ciertos fármacos.
Existen diversos términos que se usan en distintos países recurriendo también a la palabra que nos ocupa. Así, por ejemplo, en México es habitual que se use la expresión “bilis derramada”. Con ella lo que intenta expresarse es la difícil situación en la que se encuentra una persona como consecuencia de un exceso de esa citada secreción.
Por otro lado, se halla la llamada bilis vitelina. Esta es la que se identifica porque tiene un color amarillo muy oscuro.
Todo ello sin olvidar que está la atrabilis, también llamada bilis negra. Este es un término empleado y creado en el ámbito de la Medicina por Galeno e Hipócrates que definía a aquella como uno de los cuatro humores básicos que existían en todo organismo.
Entre los trastornos vinculados a la bilis, se encuentran la posible formación de cálculos biliares (cuando el colesterol se acumula en masas de la vesícula biliar) y los problemas en el intestino generados por la carencia de bilis (ya que las grasas, al no ser digeridas, se excretan).
Además de todo lo expuesto, no podemos pasar por alto el hecho de que en el día a día, de manera coloquial, recurrimos al uso de expresiones que emplean el término que estamos analizando. Buena muestra de ello es la expresión “alterársele la bilis”, que se utiliza para decir que una persona en cuestión está enfadada. Ejemplo de este significado sería la siguiente oración: “A Eva se le alteró la bilis cuando vio a su ex novio de la mano de otra mujer”.