Definición de arca
Lo primero que vamos a hacer para poder entender el significado del término arca es determinar su origen etimológico. En este caso podemos decir que es una palabra que procede del latín. En concreto, deriva de “arca” y tanto esta como el verbo “arcere”, que puede traducirse como “guardar”, cuentan con una raíz indoeuropea que es “arek-”. Esta equivale a “contener” o “guardar”.
El término arca tiene varios usos. La primera acepción mencionada por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) hace referencia a una caja que dispone de tapa y que cuenta con cerraduras para asegurarla. Por extensión, se llama arca al lugar donde se guardan el dinero y otros valores.
Por ejemplo: “Los delincuentes buscaban el arca donde la empresaria guarda sus joyas”, “Las arcas del municipio están vacías: las autoridades no saben cómo pagarán los salarios de los empleados estatales en los próximos meses”, “El crecimiento económico sostenido hace que las arcas del Estado gocen de buena salud”.
Arca también es el nombre que recibe un tipo de embarcación. Este uso de la noción suele asociarse al Arca de Noé, un barco que, de acuerdo a libros sagrados de distintas religiones, fue construido por Noé a pedido de Dios con el objetivo de salvar a la Humanidad del diluvio universal.
La Biblia, la Torá y el Corán incluyen menciones a esta arca. La tradición indica que Dios ordenó a Noé que construyera una embarcación para que personas y animales queden a salvo de una intensa y prolongada precipitación que inundó el planeta. Los salvados por Noé en su arca permitieron, de este modo, repoblar la Tierra a partir de su descendencia.
Es importante mencionar que no existen pruebas geológicas de la existencia del diluvio universal. El relato forma parte de las historias religiosas que tienen poco sustento fáctico, pero que se sostienen a través de la fe de los creyentes.
Eso sí, no hay que olvidarse que durante los siglos XX y XXI han existido figuras que han llevado a cabo expediciones que, según han manifestado, han servido para descubrir hallazgos que vendrían a demostrar la existencia del Arca de Noé. Así, por ejemplo, en el año 1916 un explorador ruso llamado Vladimir Rosskowizky expuso que había encontrado en el monte Ararat una embarcación semienterrada bajo el hielo que vendría a ser aquella. Tanto revuelo generó ese hallazgo que incluso el mismo zar Nicolás II envió a investigadores que vinieron a avalar la hipótesis de aquel.
No obstante, lo que es cierto es que hoy no existe ninguna certificación real que pueda afirmar de manera tajante lo expuesto por el citado Rosskowizky.
Es interesante resaltar que la citada arca bíblica y su historia han suscitado siempre un gran interés. De ahí que el cine no haya dudado en llevarlas a la gran pantalla en más de una ocasión. Buena muestra de eso son largometrajes como el argentina-italiano “El Arca” (2007) o “Noé” (2014), un filme protagonizado por el afamado actor Russell Crowe.