Definición de antipirético
Lo primero que vamos a hacer antes de entrar en el establecimiento del significado del término antipirético es descubrir su origen etimológico. En este caso, tenemos que subrayar que se trata de una palabra que deriva del griego. Exactamente es fruto de la suma de los siguientes elementos claramente definidos:
-El prefijo “anti-”, que puede traducirse como “contra”.
-El término griego “pyretikos”, que viene a ejercer como sinónimo de “relativo a la fiebre”. Ese procede, a su vez, del sustantivo “pyretós”, que es “fiebre”.
-El sufijo “-ikos”, que se utiliza para indicar “relativo a”.
Un antipirético es un medicamento que permite combatir la fiebre. Esta clase de sustancia también recibe el nombre de antifebril o antitérmico.
Cabe mencionar que se denomina fiebre al fenómeno que provoca un incremento de la temperatura corporal y un incremento de la frecuencia respiratoria y del pulso. Los antipiréticos son fármacos febrífugos: resultan eficaces para reducir la fiebre y hacer que la temperatura del cuerpo vuelva a sus valores normales.
Por lo general, los antipiréticos actúan contra los síntomas de la fiebre, pero no contra la causa. Dicho de otro modo: un antipirético puede contribuir a un descenso de la temperatura sin resolver el origen de la fiebre. Por eso, si la enfermedad persiste, la temperatura volverá a subir.
Muchos antipiréticos, además de febrífugos, son antiinflamatorios (reducen las inflamaciones) y analgésicos (eliminan el dolor). Estas características hacen que se trate de fármacos que alivian el malestar general que experimenta una persona con fiebre y otros trastornos.
Dos son los fármacos que gozan de gran fama como antipiréticos y también como analgésicos:
-El ácido acetil salicílico, conocido popularmente como aspirina. Se caracteriza porque también tiene una notable eficacia como antiinflamatorio. Para poder utilizarse en niños hay que consultar previamente al pediatra y los adultos pueden tomar entre medio o un gramo cada periodo de cuatro a seis horas.
-El paracetamol. Este fármaco no es antiinflamatorio como el anterior y hay que subrayar que se recomienda no tomarlo más de diez días seguidos. A todo lo expuesto podemos señalar que para los niños se presenta en diversos formatos tales como gotas e incluso a modo de jarabe.
Estos dos medicamentos hay que saber que, en España, se pueden comprar sin ningún tipo de receta médica. No obstante, como sucede con todos los fármacos, se recomienda no tomarlo sin antes haberle realizado una consulta al médico.
El ibuprofeno está entre los antipiréticos más empleados. Son medicamentos de venta libre, aunque es recomendable consultar a un médico y no automedicarse.
Cabe destacar que, más allá de los fármacos, existen mecanismos o procesos físicos que pueden denominarse como antipiréticos ya que ayudan a bajar la temperatura del cuerpo. Colocar un paño mojado sobre la frente del individuo que tiene fiebre, por ejemplo, es una acción antipirética. A diferencia de los medicamentos, el efecto suele ser inmediato pero de poco alcance.