Definición de anticiclón
La idea de anticiclón se emplea en el terreno de la meteorología. El concepto alude a un fenómeno atmosférico que supone, en el hemisferio norte, una zona de presión alta con el viento circulando en el mismo sentido que las agujas del reloj, mientras que en el hemisferio sur ocurre lo inverso. El anticiclón, por lo general, hace que el tiempo esté despejado, estable y sin que se registren lluvias.
En un anticiclón, de este modo, la presión atmosférica resulta más elevada que la presión del aire de los alrededores. El aire que se encuentra en el anticiclón realiza un movimiento descendente desde los estratos más altos de la atmósfera hacia la superficie terrestre. Este fenómeno, que recibe el nombre de subsidencia, hace difícil que se formen nubes, contribuyendo al buen tiempo.
El descenso del aire puede deberse a diferentes motivos. Cuando el movimiento se produce por un proceso de advección en la zona elevada, se habla de anticiclón dinámico. El tiempo, en estos casos, es caluroso y seco, con fuerte presencia del sol.
Si la masa de aire desciende por encontrarse a menor temperatura que el entorno, se trata de un anticiclón térmico. El descenso del aire incrementa la presión atmosférica y la temperatura cae con mayor intensidad en las zonas bajas. El tiempo, así, se vuelve frío, aunque seco y con sol.
El progreso de una circulación de tipo anticiclónica recibe el nombre de anticiclogénesis. El proceso opuesto, en cambio, se denomina ciclogénesis (la circulación es ciclónica en la atmósfera).
La navegación a vela es una de las actividades que más afectada se ve a causa de los anticiclones, ya que provocan la escasez de viento y obligan a los navegantes a alejarse considerablemente hacia el norte o el sur, para aprovechar la dirección del viento, según sus destinos.
Entre los 30 y los 35 grados de latitud sur y norte, lo que podríamos denominar las latitudes subtropicales, es normal encontrar anticiclones de aparente permanencia en una misma región. Se trata de la parte en la que desciende la célula de Hadley, un patrón atmosférico de circulación que da origen a los vientos del este y los alisios en las zonas tropicales.
De hecho, en las zonas próximas al ecuador, donde no es fuerte el efecto Coriolis (el cual se observa cuando un cuerpo se mueve con respecto a un sistema de referencia que se encuentra en plena rotación), el aire presenta una circulación directa.
El calor es menor en los niveles bajos de la atmósfera, y esta característica de la temperatura abre las puertas a lo que se conoce como zona de convergencia intertropical, en la cual el principio de Arquímides (pertenece al ámbito de la física, y propone que un cuerpo en reposo, sumergido en un fluido de forma total o parcial, sufre un empuje vertical con un peso igual al de la masa del desplazamiento, es decir, del volumen desalojado de fluido) y la convergencia (el choque de dos flujos de aire horizontales) son las causas de la elevación que sufre el aire más caliente.
Anticiclón del Atlántico Sur
Se trata de una zona subtropical que se encuentra en el océano Atlántico meridional, y también se conoce como anticiclón de Santa Elena. Es importante señalar que su posición no es permanente, así como tampoco lo es su intensidad, sino que en una zona bastante definida suele aparecer un anticiclón en las cartas meteorológicas usadas para la descripción de la presión media mensual.
Las coordenadas aproximadas son 25°S 15°O, y allí suele apreciarse una amplia extensión de presión atmosférica alta. Los dos nombres que recibe este anticiclón responden a su proximidad con la isla de Santa Elena, el único espacio de tierra presente en las proximidades, y al hecho de ubicarse en el océano Atlántico.