Definición de alelopatía

Lo primero que tenemos que exponer es el origen etimológico del término que nos ocupa. En este caso, podemos determinar que es fruto de la suma de dos palabras que proceden del griego como son las siguientes:
-“Allelon”, que puede traducirse como “uno al otro”.
-“Pathos”, que es sinónimo de “sufrir”.

El término alelopatía no forma parte del diccionario que elabora la Real Academia Española (RAE). Su uso, de todos modos, es frecuente en el terreno de la biología, donde se trata del fenómeno que lleva a un organismo a generar ciertos compuestos bioquímicos que tienen influencia en la vida y el desarrollo de otros organismos.

Aunque podamos pensar que la alelopatía es algo reciente en nuestra sociedad, no es así. En concreto, los expertos en ciencias y, más concretamente en biología, vienen a indicar que ya en la antigüedad se venía a emplear. De esta manera, por ejemplo, exponen que Plinio llegó a exponer cómo la sombra del nogal ejercía cambios en los cultivos de cebada o del garbanzo.

La alelopatía puede resultar negativa (cuando las consecuencias que genera son dañinas para el receptor) o positiva (si sus efectos aportan ventajas o beneficios) de acuerdo a lo provocado por estos compuestos bioquímicos que reciben el nombre de alelos químicos.

Los vínculos entre las plantas suelen ser regulados a través de la alelopatía. Una planta puede elaborar un inhibidor químico mientras que otra puede generar un estimulante. Hay plantas, por otra parte, que producen alelos químicos que actúan como repelentes de insectos. En un cultivo de tubérculos, de este modo, se puede incluir este tipo de plantas para alejar a las plagas. Así, la planta con el alelo químico protege a los tubérculos.

Conocer cómo funciona la alelopatía puede ayudar, por lo tanto, a la preservación de los cultivos. Debido a las características alelopáticas de cada especie, se pueden emplear plantas para estimular el crecimiento de otras o para que se desempeñen como plaguicidas o herbicidas. La clave está en analizar las propiedades químicas de las plantas para fomentar interacciones que resulten positivas y para minimizar o eliminar los eventuales vínculos negativos.

Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto otra serie de aspectos relevantes con respecto a la alelopatía. En concreto, hay que subrayar los siguientes:
-Para conocerla a fondo hay que tener en cuenta los modos de liberación que juegan un papel fundamental en la misma. Exactamente nos estamos refiriendo a la lixivización, la volatilización, la descomposición de residuos vegetales o los exudados radiculares.
-A la hora de poder analizar con total exhaustividad un proceso alelopático es imprescindible disponer de dos fases. Sí, porque ese procedimiento se compone de dos etapas bien diferenciadas: la fase biológica – ecológica y la fase química – analítica.
-Entre las numerosas ventajas que se atribuyen al empleo de la alelopatía se encuentra el hecho de que la misma puede ayudar a conocer cómo incluso los agentes alelopáticos pueden llevar a funcionar como herbicidas.

Cabe destacar que la gestión orgánica de los cultivos mediante la alelopatía está considerada como una alternativa ecológica ante los agroquímicos.

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