Definición de alelo

El término alelo deriva de alelomorfo: que puede aparecer con diferentes formas. En el terreno de la biología, se denomina alelo a cada gen que, en un par, se ubica en el mismo sitio en los cromosomas homólogos.

Los alelos son las distintas formas que puede adoptar un gen, cada uno con sus propias secuencias. Al manifestarse, determinan ciertas características de acuerdo a sus propiedades. El grupo de la sangre y el color de los ojos, por ejemplo, se expresan a través de los alelos.

Los alelos son genes que, en un par, se sitúan en el mismo lugar en los cromosomas homólogos.

Alelos y cromosomas

Los animales mamíferos, como el ser humano, suelen contar con dos juegos de cromosomas, uno por parte de la madre y el otro por parte del padre. Se trata, por lo tanto, de organismos diploides. Los diversos pares de alelos se hallan en el mismo sitio del cromosoma.

Los genes, en el marco de la meiosis celular, se disputan su posición en los cromosomas. El alelo es el valor que e asigna al gen a lo largo de dicho enfrentamiento y de él depende que logre establecer o no su dominio, y marca cómo será la transmisión de las copias del gen que se procreó. Cabe señalar que la copia, o bien el conjunto de copias, del gen que se procrea no siempre se encuentra en forma de una transmisión idéntica, ya que también puede ser distinta.

La dominancia

Teniendo en cuenta la potencia del alelo recién mencionada, no es raro que podamos establecer una clasificación, y por eso decimos que los alelos pueden ser dominantes (si la madre y el padre cuentan con él, siempre será expresado en el cromosoma de su descendiente y se ve en él sólo con una copia de las procreadoras) o recesivos (tienen que ser aportados por los padres cuando se produce la procreación y son necesarias dos copias de un gen para su expresión en el cromosoma resultante).

Este vínculo entre los alelos se conoce como dominancia: uno consigue enmascarar el fenotipo (la forma de expresión del genotipo –información genética– de acuerdo al ambiente) del otro alelo ubicado en la misma posición del cromosoma. La herencia genética depende de estas relaciones de dominancia.

Gregor Johann Mendel estudió la reproducción de los guisantes o arvejas para comprender cómo funcionan los alelos.

Los alelos según Mendel

El monje y naturalista Gregor Johann Mendel, nacido en la actual República Checa en el año 1822, se interesó especialmente en la herencia genética, al punto de haber definido unas leyes que establecen el conjunto básico de reglas acerca de la transmisión de los rasgos de los organismos que a través de ella los seres vivos llevan a cabo cuando procrean. Las leyes de Mendel se consideran la base de la genética actual, aunque desde su publicación en 1865 hasta su resurgimiento en 1900 fueron ignoradas.

Precisamente, en la extensa y profunda investigación de Mendel se encuentra una definición de los alelos bastante gráfica y accesible a las personas ajenas a la genética. La misma se centra en la reproducción de los guisantes, y señala que el gen encargado de regular el color de su semilla tiene dos alelos: uno para determinar la proporción de amarillo, y otro para la de verde.

Mendel también asegura que lo normal es que cada gen presente más de una forma alélica, de manera que nos encontremos con el alelo normal (también conocido con el nombre de alelo silvestre o salvaje) en una proporción bastante mayor a la del resto, y que los correspondientes, o sea los que se presentan en la hembra, pueden aparecer en diferentes grados de abundancia y se denominan polimorfismos.

De esto se desprende que para cada par de alelos (a1 y a2) podamos encontrar tres clases de combinaciones diferentes en diploides, que son las siguientes: (a1, a1); (a2, a2); (a1, a2).

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