Definición de alelo recesivo

Para poder conocer el significado del término alelo recesivo, lo primero que tenemos que hacer es proceder a descubrir el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:
-Alelo es un neologismo que fue creado en el siglo XX y que procede del griego. En concreto, deriva de “allello” y significa “dos”.
-Recesivo, por otra parte, es una palabra de origen latino que es fruto de la suma de tres componentes claramente delimitados: el prefijo “re-”, que significa “hacia atrás”; “cessus”, que puede traducirse como “andado” y el sufijo “-ivo”, que se utiliza para indicar relación activa o pasiva.

La noción de alelo procede de alelomorfo: aquello que puede aparecer con distintas formas. En el ámbito de la biología, se llama alelo al valor adoptado por cada gen que, en un par, ocupa el mismo espacio en los cromosomas que son homólogos.

Recesivo, por su parte, es un adjetivo que en la biología se aplica a las características hereditarias que no se expresan en el fenotipo de aquel que las tiene, aunque pueden manifestarse en los descendientes del individuo en cuestión.

Entender qué es un alelo recesivo nos lleva a la noción de alelo dominante y, sobre todo, a lo que se conoce como dominancia. Los alelos que componen un mismo gen se relacionan entre sí: la dominancia es el enmascaramiento que un alelo (el alelo dominante) logra de la expresión del fenotipo del otro alelo (el alelo recesivo).

El alelo recesivo, de este modo, es aquel cuya expresión del fenotipo se encuentra enmascarada. Cabe resaltar que ser dominante o recesivo es relativo: en un gen con tres alelos, por ejemplo, un alelo puede ser recesivo respecto a otro y dominante sobre el tercero.

Los alelos recesivos se representan con minúsculas y los dominantes con mayúsculas.

Para manifestarse, los alelos recesivos deben aparecer en soledad. Supongamos que, en una flor, el color amarillo es un alelo recesivo. De este modo, para que la flor pueda determinar su color amarillo, debe contar solo con los alelos que expresan dicha tonalidad. En el caso de los alelos dominantes, en cambio, se imponen apareciendo en dosis simple o en dosis doble y así logran expresar sus características.

Cuando hablamos de seres humanos, tenemos que exponer que se determina que cada gen posee dos alelos: uno que viene del padre y otro que procede de la madre. Partiendo de esto nos encontramos con el hecho de que se habla que el alelo que viene a establecer que el hijo tenga los ojos de color marrón es dominante, sin embargo, el de los ojos azules es recesivo.

Eso supone que si la pareja está formada por un padre y una madre de ojos marrones, su bebé los tendrá marrones. En el caso de que uno de los dos los tenga azules, lo más probable es que el pequeño también los tenga marrones por el alelo dominante, salvo que herede los alelos recesivos de otros familiares.

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