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Praxis

Te explicamos qué es la praxis, su sentido en filosofía y qué es la praxis profesional. Además, qué es la mala praxis.

¿Qué es la praxis?

La palabra praxis, derivada del griego antiguo (específicamente del verbo prassein, “hacer”), significa en español la práctica de algo, o sea, llevarlo a cabo o realizarlo de manera concreta, especialmente en oposición a la teoría. Es decir, distinguimos entre teoría (el pensamiento y la planificación) y praxis o práctica (la realización concreta de la cosa).

Esta oposición entre teoría y práctica (praxis) proviene de la antigüedad clásica: el filósofo griego Aristóteles (384-322 a. C.) clasificaba las actividades humanas en tres categorías distintas, que son la teoría (theorein) o búsqueda de la verdad; la poética (poiesis) que es la imitación creativa; y la práctica (praxis) o resolución concreta de los problemas.

Es por eso que, de acuerdo a la tradición filosófica occidental, la praxis se halla siempre sometida a la teoría, es decir, a la planificación y la observación. De esta oposición entre acción y razón se ocuparon muchos de los grandes filósofos de la historia moderna, como Kant (1724-1804), Hegel (1770-1831) o el mismo Marx (1818-1883).

Así, cuando nos referimos a la praxis de algo, comúnmente nos estamos refiriendo a su realización concreta, o sea, a su costado práctico.

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Praxis en filosofía

En la filosofía occidental, el término praxis ha sido utilizado por diversos pensadores, siempre como sinónimo de acción o de práctica de algo.

Sin embargo, el término está fuertemente asociado a la política y en especial al marxismo: Karl Marx contradijo la clásica subordinación de la praxis al pensamiento teórico (en el sentido de que primero debe uno dar con la teoría y luego proceder a la praxis), alegando que en realidad el pensamiento teórico surge a partir de las condiciones prácticas (materiales, sociales) en que se da la vida humana y por lo tanto depende en realidad de ellas.

Esta inversión (que la teoría venga determinada por la praxis y no al revés) es fundamental en el pensamiento marxista, para el cual los modelos concretos de producción material son los que determinan el modo en que la realidad es interpretada, y no al revés. Dicho más fácilmente, para el marxismo es lo material lo que determina el modo en que se piensa, y no al contrario.

De allí que las distintas escuelas del marxismo sean conocidas como la “filosofía de la praxis”, así como las formas de pragmatismo radical nacidas en Estados Unidos.

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Praxis profesional

Cuando se habla de praxis profesional o práctica profesional, se hace alusión generalmente a los criterios de responsabilidad, ética y compromiso que requiere el correcto ejercicio de una profesión, es decir, su práctica debida.

Puede hablarse, así, de praxis médica, praxis jurídica, praxis educativa, etcétera, siempre en alusión al modo en que se se lleva a cabo (se practica) la profesión. Esto es particularmente importante a la hora de hablar de mala praxis, como veremos a continuación.

Mala praxis

El término mala praxis se utiliza para referirse a la negligencia profesional, esto es, al fracaso por parte de un individuo de alcanzar los requerimientos mínimos indispensables de responsabilidad ética y moral, en el cumplimiento de sus labores profesionales.

Este término es usado mayoritariamente en el ámbito médico (mala praxis médica) cuando un médico ocasiona daños o perjuicios a un paciente por acción u omisión, esto es, por descuido, falta de preparación o falta de ética. Sin embargo, también aplica a cualquier forma de ejercicio profesional: la abogacía, la contabilidad, la educación, la psicoterapia, etc.

En general, la mala praxis es considerada una acción con responsabilidades profesionales, éticas e incluso penales, puesto que se trata de una acción u omisión totalmente evitable, causada por negligencia, y que perfectamente puede costarle al profesional su licencia de práctica de la profesión, o incluso puede llevarlo a enfrentarse a la justicia.

Un típico ejemplo de mala praxis tiene lugar cuando los médicos y enfermeros involucrados en una operación olvidan dentro del cuerpo del paciente una gasa, un instrumento quirúrgico o algún otro objeto que pone en riesgo de muerte al paciente. Otro caso típico es la mala representación de un abogado, cuyo desconocimiento de la ley o cuya falta de atención conduce a su cliente a enfrentar peores consecuencias de las que habría enfrentado normalmente.

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Referencias