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Planeación estratégica

Te explicamos qué es la planeación estratégica y en qué consiste este proceso. Por qué es importante y modelos de planificación estratégica.

¿Qué es la planeación estratégica?

Por planeación estratégica o planificación estratégica nos referimos usualmente a un proceso sistemático, es decir, metódico, de implementación de planes para obtener objetivos y resultados deseados. Es un tipo de planificación táctica que contempla cuáles son las mejores vías para alcanzar las metas que nos hemos propuesto, tanto dentro de una organización (empresa, institución, etc.) como en la vida personal.

La planeación estratégica es una herramienta organizacional de uso común, sobre todo en el ámbito militar (estrategia militar) o en el de los negocios (estrategia empresarial o estrategia financiera). Igualmente, también aplica para un variado conjunto de ámbitos de la vida, en los que se hace necesario sentar las bases para la consecución de una meta, previendo posibles inconvenientes y procediendo de acuerdo a la ruta más idónea dados los recursos que se tienen.

El cometido de todo ello es dar con una buena estrategia, es decir, con un buen camino o un buen conjunto de procedimientos para alcanzar la meta. Esto se traduce en:

  • Definir y luego alcanzar el objetivo propuesto.
  • Aprovechar las ventajas competitivas para destacar sobre el resto.
  • Diseñar una metodología apropiada para los recursos disponibles, el entorno en el que se encuentra y las dinámicas que se enfrenta.
  • Lograr un método dinámico, flexible y adaptable a los imprevistos, que permita resolver los problemas que surjan.
  • Proponer un plan que sea medible y corregible en términos de efectividad.

Una buena planificación establece las bases para los demás procesos administrativos, como la organización, la dirección y el control.

Ver además: Objetivos organizacionales

Proceso de planeación estratégica

La planificación es considerada la primera etapa de todo ciclo productivo y ésta parte siempre de la definición de los objetivos estratégicos. Se llama así a los objetivos nucleares, centrales, sobre los que se asienta la organización, o sea, las metas primordiales sin las cuales todo el esfuerzo carece de sentido y que, a su vez, permiten alcanzar otras metas ulteriores.

Una vez establecidas las metas, se debe realizar un análisis de los recursos disponibles (materiales, humanos, tecnológicos, etc.) y de las variables de entorno (los retos, las dificultades, la competencia, etc.). La consideración de estos elementos es primordial para todo proceso de planificación estratégica ya que no pueden emprenderse estrategias para las que no se dispone de recursos, ni conviene desperdiciar o ignorar las potencialidades presentes en la organización, incluso en su punto de partida.

Una vez culminado el análisis estratégico, se deberá proceder a diseñar un plan básico o una estrategia mínima, que pueda irse complejizando a medida que así lo requieran las necesidades de la organización. Para ello, el plan principal deberá segmentarse en operaciones de bajo nivel, es decir, metas a corto plazo, fáciles de vislumbrar y de concebir en el tiempo, cuya articulación genera el plan a largo plazo. A este proceso de traducción en acciones concretas se lo conoce como ejecución estratégica.

Finalmente, el proceso deberá controlarse y someterse a dinámicas de diagnóstico y evaluación estratégica, para saber qué tanto se aproximan sus resultados a lo proyectado inicialmente y dónde están las fallas, las dificultades o los retos y de qué manera pueden solventarse para obtener mayor eficiencia y resultados óptimos.

En resumen, el proceso de planificación estratégica consiste de:

  • Definir o revisar los valores, misión y visión de la organización.
  • Llevar a cabo un análisis de entorno.
  • (Re)definir los objetivos estratégicos a largo plazo.
  • Desarrollar un plan de acción estratégica para cumplirlos.
  • Desarrollar procedimientos y acciones a corto plazo que conduzca en dirección a la meta.
  • Evaluar el resultado y volver a aplicar el método.

Importancia de la planeación estratégica

En muchas ocasiones de la vida, la diferencia entre el éxito y el fracaso dependerá de la estrategia implementada. Y en ese sentido, la planificación estratégica se convierte en una herramienta organizacional de mucha importancia.

Si bien ningún plan es infalible, los mejores planes son aquellos que parten de una evaluación profunda de los recursos de los que se dispone, de los retos que se enfrentará y de otros factores que intervienen en la toma de decisiones. No se trata de prever el futuro sino de tomar previsiones: evaluar el riesgo y caminar sobre seguro para que el trayecto hacia la meta sea el más productivo y eficiente posible. ¿De qué sirve invertir esfuerzos en un camino que no conduce a la meta deseada? ¿De qué sirve invertir recursos en prever imposibles, dejando al descuido otros riesgos reales?

La planeación estratégica se impone, así, en el mundo financiero y empresarial como el corazón de la toma de decisiones, así como del diagnóstico y resolución de problemas. Por eso muchas organizaciones confían en terceros (outsourcing) para realizar este tipo de intervenciones y recibir ayuda para reencauzar sus esfuerzos para obtener más y mejores resultados.

Modelos de planeación estratégica

Existen diversos modelos conceptuales para pensar o definir la planificación estratégica, cada uno dotado de maneras de representación y de procedimientos más o menos didácticos. Los más conocidos de estos modelos son:

  • Balanced scorecard. A partir de cuatro áreas de interés, entendidas como tarjetas independientes pero interconectadas, permite definir el funcionamiento de una organización. Estas cuatro áreas son: la perspectiva financiera, la perspectiva del cliente, la perspectiva de los procesos y la perspectiva del aprendizaje y conocimiento (control). En cada tarjeta se plantean los objetivos estratégicos de rigor y los temas a los que prestar atención particular. Así se tiene una mirada global de la estrategia de la organización.
  • Mapa estratégico. Diseñado como un organigrama jerárquico, útil para comunicar el plan estratégico de la organización, contemplando las mismas cuatro áreas de comprensión del ejemplo anterior: finanzas, cliente, procesos internos y control. De cada una se desprenden las líneas de vínculo que determinan en una suerte de árbol genealógico qué viene primero y qué después, y qué depende de quién en materia de recursos o procesos.
  • Análisis FODA. De uso muy común en diversas áreas, su nombre proviene de las siglas de los cuatro elementos que busca evaluar en cualquier organización: fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. Las dos primeras atañen a lo interno y las dos últimas a lo externo, lo cual dibuja una cuadrícula bastante didáctica de la situación estratégica de la organización y permite diseñar a futuro.
  • Análisis PEST. Su nombre viene de las palabras: política, economía, sociocultural y tecnológico. Estas, son las cuatro áreas estratégicas que propone este modelo para comprender cualquier organización. Es análisis es ideal para entornos industriales y suele representar estos cuatro factores mediante círculos concatenados (ya que dependen en muchas cosas el uno del otro).

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Referencias