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Perseverancia

Te explicamos qué es la perseverancia y cómo actúan las personas sin esta capacidad. Además, cómo se enseña la perseverancia.

¿Qué es perseverancia?

La perseverancia es considerada una virtud que nos acerca a nuestros objetivos.

Muchos consideran que ser perseverante es seguir adelante en un proyecto a pesar de los obstáculos que puedan aparecer, sin embargo, esa noción es incompleta porque la perseverancia también incluye la capacidad, la voluntad y el temple de continuar los esfuerzos, aún sin contratiempos de por medio, para alcanzar una meta.

Cuando somos perseverantes nos sobreponemos al cansancio, los contratiempos y la frustración con la ilusión de acercarnos a un sueño, de hacer realidad una meta en particular. Todos nuestros esfuerzos son válidos, ya que conocemos el valor de lo que deseamos.

Las personas perseverantes siempre terminan lo que han empezado, son decididas y tienen una voluntad firme. Se trata de un valor muy reconocido y apreciado en la sociedad. Cualquiera que se plantee un objetivo, y luche contra viento y marea para conseguirlo, tiene lo necesario para alcanzar el éxito.

La persona perseverante no conoce de límites, ya que donde todos ven una ventana cerrada, ella ve una oportunidad latente y trabaja muy duro para conseguir lo que desea. Incluso puede fraguar una estrategia para utilizar sus esfuerzos de forma óptima.

La perseverancia está muy relacionada con el esfuerzo, la voluntad, la fortaleza y la paciencia. Con la práctica y fuerte convicción, ese grupo de valores puede sacarnos delante de cualquier situación complicada por la que estemos pasando.

Es así cómo la perseverancia no sólo sirve para cumplir nuestros sueños, sino también para levantarnos de las situaciones difíciles y los momentos en los que no nos sentimos bien anímicamente porque nos plantea ser fuertes, pacientes y no dejar de luchar.

Ver además: Proyecto de vida

Las personas sin perseverancia

Las personas que no tienen incorporado el valor de la perseverancia en sus personalidades, son fácilmente desalentadas, abandonan lo que se proponen ante la aparición de la primera dificultad, nunca terminan lo que comienzan y siempre eligen atajos o el camino más sencillo. Es muy importante superar esa carencia, entender que la perseverancia implica un esfuerzo continuo y comprometido.

No se pueden aceptar tareas o proponerse objetivos que no se hayan analizado de una manera realista con anticipación, ya que saber todo el esfuerzo futuro que implicará alcanzarlos nos acercará a concretarlos y nos preparará anímicamente para no perder inspiración en el largo y complejo camino.

¿Cómo se enseña la perseverancia?

Los valores y virtudes se aprenden a través de ejemplos en el hogar, la escuela, y otros círculos de socialización a lo largo de la vida. Es posible enseñar perseverancia a los niños con actividades que cuenten con desafíos.

Existen muchas maneras de recompensar la perseverancia y así formar personas exitosas. De todas formas, nunca es tarde para aprender y la perseverancia también puede aprenderse a través de la práctica.

La próxima vez que nos sintamos desanimados y nos encontremos ante una dificultad, no debemos interrumpir nuestros esfuerzos y debemos ser fuertes para poder seguir en el camino que nos habíamos propuesto en una primera instancia.

En la siguiente lista veremos actividades que enseñan perseverancia a los niños:

• Los deportes
• Las tareas escolares
• Recibir cumplidos y premios por sus logros
• Reconocer los errores que se cometieron en una tarea fallida
• Las manualidades
• Las actividades grupales
• El estudio
• Los juegos
• Recibir el apoyo de mamá y papá cuando se fracasa