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Organismos genéticamente modificados

Te explicamos qué son los organismos genéticamente modificados (OGM), sus ventajas, desventajas y para qué son utilizados.

¿Qué son los OGM?

Los organismos genéticamente modificados (OGM) son aquellos microorganismos, plantas o animales cuyo material hereditario (ADN) es manipulado mediante técnicas de biotecnología que resultan ajenas a los métodos naturales de multiplicación o de combinación.

A través de la modificación genética es posible, por ejemplo, alterar la expresión de un gen o transferirlo a otro organismo (de la misma especie o de una diferente).

Las técnicas de biotecnología aplicadas a los organismos genéticamente modificados también se denominan “biotecnología moderna”, “tecnología genética”, “tecnología de ADN” o “ingeniería genética”. Se emplean, en mayor medida, en la industria de alimentos (agricultura y ganadería) y en la medicina (para vacunas o para revertir enfermedades hereditarias).

Ver además: Nanotecnología

Ventajas y desventajas de los OGM

Entre las principales ventajas de los organismos genéticamente modificados se destacan:

  • Una mayor resistencia a agentes nocivos. Las semillas genéticamente modificadas proveen cosechas capaces de soportar enfermedades provocadas por insectos o virus, y capaces de tolerar herbicidas y plaguicidas (por ejemplo, la soja RR es resistente a un herbicida muy tóxico, elaborado con glifosato).
  • Mejoras en la composición y en el valor nutritivo. A través de la inclusión de vitaminas, la eliminación de alérgenos y la modificación del contenido de proteínas se obtienen productos como maíz, arroz, tomates, soja, papas, etc. con una composición mejorada.
  • Una mayor tolerancia a las sequías e inundaciones. Los cultivos genéticamente modificados son resistentes a numerosos factores ambientales por lo que, en comparación con los cultivos tradicionales, ofrecen ventajas a los productores al reducir el riesgo de pérdida de la cosecha.

Entre las principales desventajas de los organismos genéticamente modificados se destacan:

  • El uso intensivo de los suelos. Los terrenos resultan perjudicados, principalmente por dos cuestiones: la cantidad de residuos tóxicos consecuentes de los herbicidas y de los plaguicidas (que son rociados en las cosechas genéticamente modificadas) y la siembra continua que no permite descansar a la tierra para recuperar su materia orgánica y humedad (técnica denominada “barbecho”).
  • La contaminación genética. La introducción de plantas genéticamente modificadas puede perjudicar el medio ambiente y afectar la biodiversidad. Por ejemplo, una planta puede convertirse en plaga si crece fuera del sitio original donde fue contemplada su cosecha o si transfiere sus genes modificados hacia otros cultivos (en Estados Unidos, por ejemplo, aparecieron en una cosecha tradicional destinada a la alimentación humana rastros de un tipo de maíz que solo había sido aprobado para la alimentación de animales de granja).
  • Problemas en la salud. En 1992, científicos de la agencia de gobierno de Estados Unidos “Food and Drug Administration”, responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, entre otros, advirtieron que los alimentos genéticamente modificados pueden provocar efectos secundarios impredecibles y difíciles de detectar como alergias, toxinas en el organismo, nuevas enfermedades y problemas nutricionales.
  • Las semillas patentadas. Las semillas modificadas genéticamente tienen derechos de propiedad intelectual por parte de las corporaciones multinacionales que las crearon. Estos derechos de propiedad intelectual establecen que los agricultores no puedan conservar esas semillas para futuras cosechas provocando que cada año los productores deben comprar nuevas semillas y sus correspondientes agroquímicos (con la posibilidad de un costo más elevado respecto de las semillas tradicionales).
  • Efectos adversos aún desconocidos. Debido a que la manipulación genética en alimentos fue aprobada para su comercialización en 1994, aún no transcurrió tiempo suficiente para determinar con exactitud las consecuencias que provocan sobre la salud y el ambiente los diferentes productos cuyos genes fueron modificados.

Aplicaciones de los organismos genéticamente modificados

Los organismos genéticamente modificados se aplican en diferentes rubros y entre los principales se destacan:

  • La industria agro-ganadera. Mediante la manipulación genética de semillas se pueden optimizar las cosechas a favor de la industria de consumo, tanto para alimentación de animales de granja como para el consumo humano.
  • La medicina. Mediante la fabricación de insumos farmacéuticos se facilitó el acceso a tratamientos para ciertas enfermedades. Por ejemplo, las personas que tienen diabetes pueden aplicarse insulina humana que proviene de genes humanos manipulados genéticamente.
  • La industria alimentaria. Mediante modificaciones genéticas en animales, se optimizan los procesos biotecnológicos en la producción de alimentos. Por ejemplo, a través de la modificación de los componentes se puede lograr mayor producción en menos tiempo. También se utilizan modificaciones genéticas para combatir enfermedades en animales (consecuentes de la producción masiva en corrales de engorde o feedlot, nombre en inglés y de uso común).

Organismos transgénicos

Los organismos transgénicos son aquellos a los que se les ha introducido un fragmento de ADN que proviene de otro organismo, que no es sexualmente compatible. Por ejemplo, una variedad de maíz transgénico contiene genes de una bacteria con el fin de que su cultivo resulte más resistente.

Aunque es muy común emplear ambos términos como sinónimos, los organismos transgénicos resultan una variante de OGM, pero no todos los OGM se realizan mediante la técnica de “transgénesis”.

Otra variante de OGM es la técnica de “cisgénesis” que consiste en la modificación del ADN de un organismo con el gen que proviene de otro, pero sexualmente compatible. Se utiliza, por ejemplo, en la reproducción de plantas de diferentes especies.

Más en: Organismos transgénicos

Referencias