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Mitología nórdica

Te explicamos qué es la mitología nórdica, sus mundos y principales dioses. Además, su cosmogonía y qué es el Ragnarök.

¿Qué es la mitología nórdica?

Se llama mitología nórdica, mitología germánica o mitología escandinava al imaginario común a la religión, leyendas y relatos propios de los pueblos germanos escandinavos, conocidos por haber poblado las regiones del norte de Europa.

El conjunto mejor preservado de esta tradición cultural data especialmente de la Época vikinga (789-1100 d. C.), posterior a la Edad del Hierro germánica, en la que estos pueblos asolaron la mayor parte de Europa, el suroeste de Asia, África y Norteamérica occidental.

Como muchas otras tradiciones mitológicas, la escandinava agrupaba un vasto conjunto de relatos e imaginaciones, que daban cuerpo a una religión no revelada (o sea, una en la que los Dioses no entregan una “verdad” específica a los seres humanos), y sin un libro sagrado propio, sino que era transmitida oralmente a través de relatos, canciones y poesía lírica.

De hecho, el conocimiento actual que poseemos sobre la mitología nórdica proviene de las Eddas, compilaciones medievales compuestas alrededor de 1270, durante o después de la cristianización del norte de Europa.

Los relatos de la mitología nórdica reflejan una visión fundamentalmente guerrerista y panteísta del mundo, en la que conviven nueve mundos primigenios conectados a través de las ramas del árbol del mundo, Yggdrasil, y en los que habitaban seres distintos y de diferente naturaleza. Esos nueve mundos eran:

  • Midgard, el mundo de los seres humanos, que ocupaba el centro del universo conocido (de allí su nombre: mid, “medio”, gärd, “campo de cultivo”). También se la conocía como la Tierra Media.
  • Asgard, el mundo de los dioses, conocidos como Aesir, en cuyo corazón se halla el Valhalla, más o menos equivalente al paraíso cristiano, aunque destinado únicamente a los guerreros muertos en combate glorioso.
  • Jötunheim, el mundo de los gigantes (jötnar) de hielo y de roca, seres primitivos más o menos equivalentes a los titanes de la tradición grecorromana. Se hallaba separado de Asgard por el río Iving.
  • Niflheim, el mundo de la oscuridad y la niebla perpetua, hogar del dragón Nidhöggr, que roe sin cesar las raíces del árbol del mundo.
  • Helheim, el mundo de los muertos, que existe en la región más fría y oscura de las profundidades de Niflheim, y es gobernado por Hela, diosa de la muerte. Estaba rodeado infinitamente por el río Gjöll, y quienes entraban en él nunca más salían, como eran los fallecidos por enfermedad, vejez o los criminales que requerían castigo.
  • Muspelheim, el mundo del fuego, hogar de los gigantes de fuego, era el más elevado de todos los reinos, ubicado por encima de Asgard y en contraposición a Niflheim.
  • Alfheim, el mundo de los elfos, seres etéreos que libraban una constante guerra entre sus dos facciones: los elfos luminosos (Ljósálfar) y los elfos oscuros (Svártálfar), ambas emparentadas consanguineamente, pero con objetivos distintos.
  • Svartálfaheim, el mundo de los elfos oscuros, habitantes de las montañas, y posiblemente de los enanos nórdicos también.
  • Vanaheim, el mundo de los Vanir, el segundo clan de dioses diferente de los Aesir, con quienes se enfrentaron en una guerra ancestral. A diferencia de los dioses guerreros de Asgard, estos son deidades vinculadas con la tierra, la fertilidad, la prosperidad y con el mar.

Muchos de los seres sobrenaturales y de las divinidades de la tradición nórdica, como se puede apreciar, forman parte del folklore del norte de Europa, expresado en numerosas y diversas versiones y adaptaciones más o menos libres, en obras literarias, fílmicas y videojuegos. Además, junto a la mitología grecorromana, la mitología egipcia y la mitología celta, es una de las grandes tradiciones de relatos míticos de Occidente.

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Cosmogonía de la mitología nórdica

Como en todas las religiones, en la escandinava se contaba el origen del mundo, que era al mismo tiempo el origen de los dioses y de los nueve reinos que lo componían.

Tal y como lo describe el primer y más célebre poema de la Edda poética, el Völuspá (“Profecía de la vidente”), en el inicio existían sólo dos mundos: Muspelheim, el reino del fuego, y Niflheim, el reino del hielo, y entre los dos había un vacío enorme conocido como Ginnungagap (“Hueco profundo”) en el que nada vivía.

Hasta que, de las ascuas del fuego y de la escarcha del hielo, nació en el vacío un vapor del cual se formó el gigante primigenio, Ymir, junto a una vaca gigante, Audumbla, gracias a la cual el primero sobrevivía, tomando su leche. Ymir era hermafrodita, y de su propio cuerpo nacieron los primeros gigantes, seres primitivos vinculados con las fuerzas naturales.

Por su parte, la vaca derritió el hielo con su lengua, formando así a Buri, el primero de los dioses nórdicos y padre a su vez de Bor, fundador de la estirpe de los Aesir.

Entonces los Aesir se alzaron contra los gigantes, asesinando a Ymir y desterrando a los sobrevivientes a Jötunheim. Del cadáver del gigante crearon el mundo: con su carne crearon la tierra y las montañas, con su sangre los ríos y mares y lagos, con sus huesos las rocas, con sus cabellos los árboles y arbustos, y con su cráneo crearon el firmamento, sostenido en cuatro pilares gracias a los enanos que crearon con dicho propósito.

Asimismo los dioses crearon el día y la noche, y posteriormente los primeros seres humanos: Ask (fresno), el primer hombre; y Embla (olmo), la primera mujer. Ambos fueron tallados de la madera por Vili y por Ve, los hermanos de Odín, hijos todos de Bor. Para ellos se creó la Tierra Media, conectada con Asgard por el puente Bifrost.

Dioses principales de la mitología nórdica

La mitología nórdica es abundante en dioses y deidades, así como en criaturas sobrenaturales. Los principales dioses son los siguientes:

  • Odín. También llamado Wotan, es el dios padre de los Aesir, dios de la sabiduría, la guerra y la poesía, la magia, la profecía, la caza y la victoria. Reside en Asgard en su palacio de Valaskjálf, desde cuyo trono puede contemplar los nueve mundos. En combate aparece montado en su caballo de ocho patas, Sleipnir, y esgrimiendo su lanza, Gungnir. Se le representa como un viejo barbudo y tuerto.
  • Thor. Dios del trueno y de la fuerza, vinculado con el éxito de las cosechas y, naturalmente, con la justicia y la batalla, empleaba un gran martillo llamado Mjolnir para abrirse paso entre los gigantes. Era hijo de Odín y de la diosa Jotun, que personificaba la tierra.
  • Heimdal. Dios guardián del Bifrost, puente entre el mundo de los mortales y el de los dioses, era hijo de Odín y de nueve mujeres gigantes que lo criaron tomando sangre de jabalí. De aguda visión y audición, podía estar sin dormir varios días y soplando su cuerno anunciará la venidera guerra entre gigantes y dioses, preludio al fin del mundo.
  • Balder. Dios de la paz, el perdón y la luz, es el segundo hijo de Odín, también es llamado Baldur o Balder. Murió a manos de su hermano ciego, Hödr, tras ser manipulado por Loki.
  • Loki. Hijo de los gigantes Farbauti y Laufey, es una figura misteriosa del panteón nórdico, dios del engaño y la manipulación, que los Aesir ataron a tres rocas como castigo. No era una deidad venerada por los nórdicos, sino que era una deidad menor dotada de muchos apodos (kenningar), considerada una especie de embaucador entre los dioses, que a menudo los ponía en aprietos.
  • Hela. Diosa y reina de Helheim, hija de Loki y de la gigante Angrboda, es representada como una mujer hermosa de un lado y cadavérica y putrefacta por el otro, dado que así es la visión sobre la muerte de los seres humanos.
  • Frigg. Esposa de Odín, diosa del cielo y reina de los Aesir, está asociada a la fertilidad femenina, el amor, el hogar y el matrimonio, la maternidad y las tareas domésticas, así como con la sabiduría y la previsión. Es la única capaz de sentarse en el trono celestial junto a su esposo.
  • Tyr. Dios de la guerra nórdico, representado como un hombre de una sola mano, es hijo de Odín y Frigg, en algunas versiones, y de Ymir y la gigante Frilla, en otras. Su mano faltante fue devorada por Fenrir, un mítico lobo gigante, y junto a Odín se le considera una de las figuras de autoridad del panteón nórdico.
  • Frey. Vanir hermano de Freya, es el señor de la vegetación, la lluvia, el sol saliente y la fertilidad masculina. Es uno de los dioses más importantes del paganismo nórdico, y el dios favorito de los elfos, representado a menudo mediante símbolos fálicos.
  • Freya. Vanir hermana de Frey, diosa del amor, la seducción y la belleza, así como de la fertilidad femenina, invocada para tener buen resultado en los partos y en las cosechas. Junto a Frigg fue la diosa más venerada de la religión nórdica, aunque también estaba asociada a ciertos aspectos de la guerra, la muerte, la magia y la riqueza.

El Ragnarök en la mitología nórdica

La religión nórdica también contaba con una profecía sobre el futuro del mundo, conocido como el Ragnarök o “destino de los dioses”. Esta visión del futuro era sombría, y consistía en una gran batalla del fin del mundo entre los Aesir y los gigantes, los primeros liderados por Odín y los segundos por Surt, gran gigante del fuego.

Todo el universo conocido será destruido en esa última batalla, en la que participarán los guerreros escogidos por Odín entre aquellos que hayan muerto en combate (y hayan sido rescatados por las Valkirias para esperar por el Ragnarök en el Valhalla). Aunque los propios dioses saben gracias a la adivinación lo que ocurrirá, ni siquiera ellos tienen el poder de evitarlo.

El inicio del fin estaría, según la tradición, signado por la muerte de Baldur y el castigo de Loki, así como por el nacimiento de dos criaturas malvadas, hijas de este último y Angrboda:

  • Fenrir, el lobo gigante y monstruoso que devora la mano de Tyr, cuando intentan atarlo mediante una cadena de oro. Su destino es matar a Odín durante la batalla final, y luego ser muerto por uno de los hijos del Aesir, Vidar.
  • Jörmundgander, la serpiente gigantesca que rodea a Midgar, un monstruo marino que sirve al mismo tiempo de “cinta del mundo”, o sea, que con su cola abraza toda la Tierra. El mito dice que la serpiente, hambrienta e incapaz de saciarse con lo que encontraba en Midgar, procedió a devorarse a sí misma por la cola, dando origen así un símbolo de la eternidad que inspira el ouroboros alquímico. Su rol en el Ragnarök es salir de los mares y envenenar los cielos. Thor le dará muerte, pero caerá envenenado después.

El final de la profecía será el universo entero incendiado por Surt, lo cual costará la vida a todos los seres vivientes, apagará el Sol y las estrellas, y la tierra se hundirá en el mar.

Solamente unos pocos dioses sobrevivirán, para ver una tierra nueva y más justa emerger de las aguas, que será entregada a los únicos dos humanos sobrevivientes: Líf (“vida”) y Lífbrasir (“quien busca la vida”), quienes repoblarán el mundo humano, y adorarán un nuevo panteón de dioses, gobernado ahora por Balder.

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Referencias