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Habilidades sociales

Te explicamos qué son las habilidades sociales y ejemplos de este conjunto de conductas. Además, para qué sirven y su importancia.

¿Qué son las habilidades sociales?

Se entiende por habilidades sociales o la competencia social al conjunto de conductas que el ser humano (e incluso otras especies de animales) manifiesta en situaciones comunitarias, es decir, de organización social, y que le reportan algún tipo de refuerzo ambiental positivo (éxito). Dicho más simplemente: son el conjunto de talentos convencionalmente valorados por la sociedad que un individuo puede poner de manifiesto en determinadas situaciones.

Se trata de un concepto difícil, ya que no existe una definición única de estas habilidades ni un consenso científico al respecto. De hecho, en cierta medida las habilidades sociales dependen del contexto cultural en el que se manifiestan, ya que una misma característica puede ser valorada de distinta manera por tradiciones diferentes, al manejar protocolos e ideas de la cortesía a menudo contradictorias.

En líneas generales, las habilidades sociales le permiten a los seres humanos lograr sus objetivos comunitarios, es decir, manejar de manera idónea sus relaciones interpersonales, lo cual puede repercutir en otras áreas de la vida. Por lo general se basan en el manejo de la comunicación y de las emociones.

En algunos casos de patología mental o neuronal (como las del espectro autista), las habilidades sociales del ser humano se ven bastante afectadas, requiriendo un modelo de aprendizaje diferente del usual, ya que normalmente este tipo de talentos se desarrollan de manera natural, mediante el intercambio social (y, claro, están determinadas por factores de personalidad, crianza, etc.).

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Ejemplos de habilidades sociales

Clásicamente, las habilidades sociales pueden clasificarse en:

  • Básicas. Escuchar de los demás, iniciar una conversación, mantener una conversación, formular preguntas, dar las gracias, presentarse a sí mismo, presentar a otra persona, hacer un cumplido, dialogar, etc.
  • Avanzadas. Pedir ayuda, participar en una discusión, dar instrucciones, seguir instrucciones, disculparse, convencer a los demás, dar una opinión respetuosa, formular un reclamo, mediar entre dos partes, etc.
  • Afectivas. Conocer lo que se siente, expresar lo que se siente, comprender los sentimientos ajenos, enfrentarse al enfado de los demás, expresar afecto, enfrentar el miedo, autorrecompensarse, consolar al afligido, etc.
  • Alternativas a la agresión. Pedir permiso, quererse a sí mismo, compartir algo con alguien, negociar con otro, ayudar a un tercero, emplear el autocontrol, responder a las bromas, defender los propios derechos, evadir el conflicto, etc.
  • Hacer frente al estrés. Formular una queja, responder a una queja, demostrar deportividad, manejar la vergüenza, lidiar con la frustración, defender a un aliado, lidiar con el fracaso, lidiar con el dolor, lidiar con presiones de grupo, etc.
  • Planificación. Tomar decisiones, recaudar información, conocer los propios talentos, concentrarse en una tarea, priorizar las necesidades, etc.

¿Para qué sirven las habilidades sociales?

Las habilidades sociales, según algunos autores, le permiten al ser humano desempeñar las siguientes funciones:

  • Refuerzo en situaciones sociales. Permiten profundizar o modular ciertos aprendizajes, o influir en los demás para propiciar o desanimar conductas.
  • Garantizan posición colectiva. Una persona con buenas habilidades sociales puede procurarse posiciones de influencia dentro de un colectivo, o negociar en situaciones determinadas.
  • Propician la empatía. Son la ruta hacia la forja del afecto y de las relaciones estrechas, lo cual se traduce en autoestima y en valoración de los demás.
  • Disminuye el estrés en situaciones sociales. Permitiendo un desempeño más relajado y fluido a la hora de lidiar con los demás.

Importancia de las habilidades sociales

Las habilidades sociales pueden ser un talento crucial en ciertas situaciones y una característica valorada en ámbitos como:

  • Salud emocional. Las afecciones emotivas y de la autoestima están directamente vinculadas con el desempeño social, sobre todo en situaciones de valoración amorosa o erótica.
  • Soporte de otras áreas. Las personas con un buen aparato social suelen desempeñarse mejor en otras áreas de la vida, ya que no dedican tanto de su energía mental y emocional a lidiar con carencias afectivas o sociales.
  • El aprendizaje. Los seres humanos somos criaturas sociales que aprendemos por repetición y a través del contacto con los demás. Sin esa experiencia, nuestra formación individual se hace más dificultosa y tardamos en desarrollarnos como individuos plenos y saludables.
  • Lidiar con situaciones límite. Situaciones límite como el alcoholismo, la drogadicción, el suicidio, etc., pueden superarse con el apoyo social que brindan las habilidades en esta área.