InicioSociedad

Esclavismo

Te explicamos qué es el esclavismo, cuáles son sus principales características y su diferencia con el feudalismo.

¿Qué es el esclavismo?

El esclavismo o esclavitud es un modo de producción sustentado en la mano de obra forzada, sometida, que no recibe ninguna ganancia ni remuneración a cambio de sus esfuerzos y que no goza además de ningún tipo de derechos laborales, sociales, ni políticos, siendo reducida a la propiedad del amo o patrono, como si de un objeto se tratara.

La esclavitud fue sumamente frecuente en las épocas antiguas, en las que constituyó incluso una figura jurídica, contemplada por el Estado, que se imponía a los vencidos en batalla y a sus familias, o a los capturados y sometidos en regiones conquistadas militarmente. También se podía llegar a ser esclavo por deudas (apremio individual) o por haber cometido algún delito.

Prácticamente todas las civilizaciones antiguas practicaron el esclavismo, y el florecimiento cultural de la Grecia y la Roma antiguas en gran medida se debían a un sistema económico sustentado por mano de obra esclava. Algo semejante ocurrió con los Imperios Europeos, una vez terminado el medioevo, quienes colonizaron y conquistaron el continente africano y sometieron a muchos de sus habitantes a la condición de esclavos. Es por eso que llegan a América los africanos, transportados a la fuerza por los europeos para que sirvieran de mano de obra en la colonización del Nuevo Continente.

La esclavitud fue abolida en la mayoría de los países de Occidente entre el siglo XIX y el XX, y hoy en día se considera un crimen contra la humanidad, penado internacionalmente por tratados y organizaciones globales.

No obstante, siguen existiendo formas modernas de esclavitud, sobre todo aprovechándose de los ciudadanos más pobres e indefensos de los países vecinos, como ocurre en el sudeste asiático e incluso en casos puntuales de América Latina. Ciertas formas de prostitución son, también, consideradas formas modernas de esclavitud sexual.

Puede servirte: Explotación del hombre por el hombre

Características del esclavismo

Los esclavos eran individuos desprovistos de cualquier tipo de protección jurídica, sindical o social. Constituían la base de la pirámide social, y estaban apenas por encima de los animales de carga, en muchos casos siendo tratados incluso peor que ellos. Sus jornadas laborales eran extensas y abrumadoras, y su naturaleza respondía a los deseos y necesidades del amo, quien era su propietario. Dichas labores podían ser de limpieza, cocina, servidumbre sexual, crianza de los hijos del amo, mano de obra en construcción, cultivo, demolición o incluso la guerra.

Los esclavos no recibían salario, ni tenían derechos laborales de ningún tipo; pero la posesión de esclavos obligaba al amo a proveerles de alimento, ropaje, techo y herramientas de trabajo. En los casos en que el esclavo podía legalmente liberarse, debía restituir al amo el valor de su trabajo en dinero, como compensación por la pérdida de su patrimonio.

Además, la condición de esclavo era hereditaria, y los hijos nacidos de esclavo podían estar sometidos también a esta condición. No era inusual, en los casos de esclavitud por contrato, que los hijos se sometieran como esclavos para pagar las deudas heredadas del padre. Una vez que su labor cubriera el equivalente al monto adeudado, podían volver a su libertad.

Existieron vendedores y traficantes de esclavos, que eran los encargados de suministrar a los amos nuevos esclavos, capturados en otras culturas de geografías apartadas, o que podían ser niños abandonados, hijos no reconocidos, etc.

Esclavismo y feudalismo

El sistema esclavista proliferó en la antigüedad pero en el tránsito hacia la Edad Media sufrió un retroceso. El sistema feudal, que consistía en la división de los Reinos en pequeñas parcelas controladas militar y legalmente por un terrateniente, mantuvo la figura del esclavo para casos puntuales, pero prefirió la del siervo que, a fin de cuentas, trabajaba voluntariamente a cambio de protección y orden del señor feudal, sometidos a sus leyes y designios.

Sin embargo, los siervos eran libres y podían elegir adónde irse, podían elegir a qué señor feudal servir, y eran ciudadanos de pleno, a pesar de constituir la clase social más baja del medioevo, señoreada por la Aristocracia y controlada por el Clero. La labor de los siervos era pagada con una parte de su producción agrícola (lo demás iba para el terrateniente) y con protección militar ante las guerras y las invasiones bárbaras, frecuentes para la época.

Más en: Feudalismo