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Escasez

Te explicamos qué es la escasez, su sentido en economía y en biología. Además, los tipos que existen y qué es la escasez de agua.

¿Qué es la escasez?

La escasez es a la “poquedad” o “mengua” de algo, es decir, a una condición totalmente contraria a la abundancia. Así, aquello que es escaso o que padece escasez será siempre poco, pobre, falto o mínimo.

Las palabras escaso y escasez provienen del vocablo en latín excarpsus, traducible como “selecto” o “raro”, y formado a su vez por el prefijo ex- (“hacia afuera”) y el verbo carpere (“seleccionar” o “recoger”, sobre todo a propósito de un fruto). Así, el término se vincula desde sus propios inicios con la falta de disponibilidad de un recurso en su respectivo contexto.

Por eso es común hablar de escasez, hoy en día, cuando por diversos motivos (económicos, climáticos, políticos, etc.) fallan los suministros de bienes disponibles para la sociedad. Esto puede experimentarse como una vivencia traumática, especialmente cuando afecta áreas fundamentales de la vida cotidiana, como la alimentación.

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Escasez en economía

Se habla a menudo del principio de escasez, uno de los preceptos básicos del pensamiento económico. Este principio dicta que, como las necesidades humanas son infinitas, los bienes que son capaces de satisfacerlas se tornan en bienes escasos. Por lo tanto, es imposible satisfacer absolutamente todas las necesidades humanas y debemos elegir cuáles priorizar y cuáles, simplemente, dejar insatisfechas.

Para hacer frente a dicho dilema, justamente, surgen las ciencias económicas, en busca de los métodos ideales para la administración de los recursos de una sociedad, de modo de impedir las consecuencias catastróficas de una escasez repentina y prolongada. El propósito de la economía es lograr que los bienes fundamentales sean los que sufran menores períodos de escasez. Para ello los ciclos productivos deben ser lo más continuos posibles.

La noción de escasez es fundamental en la economía, ya que la disponibilidad de los bienes y recursos dictamina, entre otras cosas, el precio de los productos. Así, en principio, mientras más escaso sea un bien o servicio, más costoso será adquirirlo, debido a las leyes de la oferta y la demanda. En cambio, mientras más abundantes sean los bienes, más baratos serán.

Tipos de escasez

En economía se diferencia entre dos tipos fundamentales de escasez: la escasez absoluta y la escasez relativa.

  • La escasez absoluta hace referencia a un recurso insustituible, o sea, que no tiene reemplazos en el mercado, y cuya existencia, por ende, es limitada en cualquier sentido. Tal es el caso, por ejemplo, de los recursos naturales no renovables, cuyas reservas se acabarán en algún momento para siempre.
  • La escasez relativa se refiere al costo de oportunidad de un bien o un servicio reemplazable dentro del mercado, esto es, cuando la disponibilidad de un bien se juzga en contraste con la de otro equivalente, o con la cantidad de necesidades a satisfacer. Es lo que ocurre cuando, por ejemplo, comparamos el tipo o la calidad de bienes que compra una familia rica (abundantes) y una familia pobre (escasos). Por ende, si incorporamos una familia todavía más pudiente, los bienes comprados por la primera familia rica serán ahora escasos en comparación.
  • También suele hablarse de escasez artificial para referirse a la que genera intencionalmente un actor del mercado, como una tienda que acapara mercancía para generar un incremento en la demanda y poder subir luego los precios. Los consumidores, frente al panorama de quedarse sin bienes, preferirán entonces pagar el nuevo precio.

Escasez en biología

En el ámbito de la biología, el sentido del término escasez es ligeramente distinto: tiene que ver con la baja presencia de una especie dentro de sus ecosistemas naturales. Las especies escasas tienden, por ende, a correr riesgo de extinción, ya que al ser más infrecuentes que las demás, compiten en desventaja por los recursos y tienen menores chances de reproducirse.

Esto es lo que le ocurre a las especies en riesgo de extinción, o sea, a las especies vulnerables. Las mismas deben ser protegidas por organizaciones internacionales que fomentan no sólo su defensa de cazadores furtivos y otras formas de explotación, sino también su reproducción controlada y liberación posterior, para aumentar el número de individuos de la especie que pueden hallarse en el mundo.

Escasez de agua

Una de las grandes preocupaciones ecológicas del siglo XXI es la creciente escasez de agua potable. Esto se debe no sólo a los inmensos márgenes de utilización del agua para su consumo agrícola, industrial y urbano, sino también a la continua contaminación de mares, lagos e incluso de la atmósfera, que introduce elementos nocivos al ciclo hidrológico.

También contribuye a su escasez el constante cambio climático, fruto del calentamiento terrestre, entre cuyas consecuencias más dramáticas está la desertificación y el crecimiento de los eriales.

Hace décadas ya que se alerta respecto a este problema ecológico venidero, sin que se logren verdaderos avances de escala global. La reutilización y resanitización de aguas servidas, así como desalinización del agua de los mares, son fórmulas que ganan terreno muy lentamente frente al gigantesco consumo de agua por parte de la humanidad.

Mientras tanto, poblaciones enteras del mundo subdesarrollado padecen la falta de agua y las consecuencias políticas y económicas que ello implica, como la imposibilidad para el desarrollo agrícola y la higiene poblacional. A inicios del siglo XXI, alrededor de 2.800 millones de personas en los cinco continentes sufren este problema al menos durante un mes del año, y más de 1.300 millones de personas carecen totalmente de acceso al agua salubre.

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Referencias