Ciencia moderna
Te explicamos qué es la ciencia moderna y cómo surgió la Revolución científica. Además, cuáles son sus características principales.
¿Qué es Ciencia moderna?
Se entiende por ciencia moderna a la manera de concebir el mundo y el saber científico que sirve para describirlo que se construyó en Occidente durante los siglos XVI y XVII, en lo que comúnmente se denomina la Revolución científica del Renacimiento.
La ciencia moderna está regida por principios fundamentales cuya aparición y demostración significó una potente renovación de los campos de la química, física, astronomía, biología y anatomía humana, bajo la idea de que todos los fenómenos de la realidad responden a una formulación teórica comprensible.
Podría decirse que las bases de la ciencia contemporánea, con todas sus vertientes y posibilidades, está en esta renovación científica que ocurrió en base a dos etapas: una primera de recuperación del legado filosófico y científico de la antigüedad clásica, satanizado por los siglos de dominio religioso sobre la mentalidad europea, y una segunda de innovación y cambios radicales, cuyo mejor ejemplo es la sustitución del modelo geocéntrico del universo propuesto por Aristóteles y defendido por la Iglesia, por el Heliocéntrico de Nicolás Copérnico.
Se considera que la Revolución Científica tiene como punto de inicio y de cierre la publicación de dos grandes obras científicas: De revolutionibus orbium coelestium (“Sobre los movimientos de los orbes celestes”) de Nicolás Copérnico en 1543 y Principia mathematica philosophiae naturalis (“Principios matemáticos de filosofía natural”) de Isaac Newton en 1687.
Ver además: Ciencia antigua
Características de la ciencia moderna
La ciencia moderna se caracteriza por:
- El método científico. Postulado formalmente por René Descartes en el siglo XVII, surge el método propio de las ciencias como una forma de investigación que separara el saber científico de la tradición, la autoridad y la fe, permitiéndole una relación directa y propia con sus objetos de interés, en lugar de los razonamientos históricos previos.
- El empirismo. De manera semejante, la ciencia adoptó el empirismo, es decir, la valoración de las experiencias perceptibles y reproducibles como modelo de conocimiento del mundo real, en lugar de apegarse al razonamiento aislado como ocurría en la antigüedad.
- La experimentación. El paso lógico en esta evolución científica fue el método experimental, que proponía la reproducción en un ambiente controlado de un fenómeno específico de la realidad para poder determinar cómo ocurre y qué fuerzas están involucradas en él, poniendo a prueba las creencias mediante la demostración en vivo de las teorías científicas.
- La matematización. La matemática es una de las ciencias más antiguas que existen, y fue siempre empleada por los filósofos y naturalistas; pero a partir de la Revolución Científica se las empieza a aplicar para la medición de los fenómenos existentes en la realidad, considerando la certidumbre que brindaban como la única alcanzable por el hombre, “equivalente a la de Dios” diría Galileo Galilei.
- La institucionalización. La Ciencia moderna surgida en ese entonces da los primeros pasos hacia su existencia como una institución del saber humano, separada de los campos tradicionales de la filosofía, la religión y la literatura, pasando a ocupar un papel predominante en el mundo por venir.