Perfil tiroideo: función de las hormonas, importancia, cuantificación
El perfil tiroideo es el conjunto de análisis químicos que evalúan la función de la glándula tiroides. El perfil tiroideo cuantifica las hormonas producidas por la glándula tiroides, siendo estas la 3, 5, 3`-triyodotironina y la 3, 5, 3`, 5-tetrayodotironina, mejor conocidas como (T3) y (T4 o tiroxina) respectivamente.
Por otra parte, el perfil tiroideo también incluye la medición de una hormona sintetizada en la hipófisis que regula la función tiroidea, denominada hormona estimulante de la tiroides o tirotropina (TSH).
Las hormonas tiroideas son las encargadas de regular el metabolismo en general. Un desequilibrio en su producción (aumento o disminución) origina estados patológicos en el individuo. En tanto que, la TSH actúa sobre la tiroides para estimular la liberación de las hormonas T3 y T4 hacia la circulación.
El perfil tiroideo es quizás el estudio más solicitado por los endocrinólogos debido a la alta frecuencia de pacientes con desórdenes metabólicos. Por lo general, los trastornos metabólicos están relacionados por una disfunción de la glándula tiroides. Entre las patologías más comunes que cursan con un perfil tiroideo alterado están el hipotiroidismo, el hipertiroidismo y el bocio.
Índice del artículo
- 1 Función de las hormonas tiroideas
- 2 Importancia de realizar el perfil tiroideo
- 3 Cuantificación del perfil tiroideo
- 4 Valores referenciales del perfil tiroideo
- 5 Alteración del perfil tiroideo
- 6 Patologías
- 7 Referencias
Función de las hormonas tiroideas
Las hormonas T3 y T4 se encuentran en dos formas en la circulación. Una es ligada a dos proteínas transportadoras denominadas globulina fijadora de tiroxina (TBG) y la pre-albúmina fijadora de tiroxina (TBPA). La TBG es la más importante debido a que es la que presenta mayor afinidad y capacidad de fijación.
La mayor parte de la T3 y la T4 plasmática se encuentra unida de forma no covalente a las proteínas mencionadas y solo una pequeña porción de estas se encuentran libres. Las hormonas T3 y T4 libres son las que poseen actividad biológica activa.
La concentración de T3 y T4 libre son similares, pero la T4 libre tiene una vida media mayor a la de T3. La glándula tiroides produce tanto T3 como T4, pero en la circulación la T4 puede convertirse en T3 gracias a las enzimas denominadas desyodasas.
Por su parte, la TSH se encarga de regular los niveles de T3 y T4. Cuando hay una disminución en la concentración de las hormonas tiroideas el hipotálamo es estimulado para enviar una señal a la hipófisis, a través de un mecanismo de retroalimentación negativo para que produzca más TSH.
Es por ello que, en el hipotiroidismo la T3 y la T4 están disminuidas y la TSH elevada. Mientras que en el hipertiroidismo ocurre lo contrario, hay una concentración plasmática de T3 y T4 elevada y la TSH se encuentra disminuida.
Importancia de realizar el perfil tiroideo
Las enfermedades tiroideas son una de las alteraciones endocrinológicas más frecuentes. Como las hormonas tiroideas están relacionadas con la regulación del metabolismo en general, la disfunción tiroidea es un factor para el padecimiento de otras patologías, tales como síndrome metabólico, enfermedades cardíacas u obesidad, entre otros.
Muchas veces la disfunción tiroidea no produce signos específicos, sino que se manifiesta con las patologías mencionadas, por tanto, el perfil tiroideo debe ser evaluado cuando se sospeche que el trastorno pueda ser de origen tiroideo.
Para el diagnóstico de hipo o hipertiroidismo primario solo es necesario el valor de TSH. Sin embargo, si hay signos y síntomas de hipotiroidismo y existe un valor inexplicablemente normal de la TSH es necesario evaluar T4L, pero T3L y T3 total no son indispensables para hacer el diagnóstico.
Por otra parte, puede haber aumento de la concentración plasmática de T3 total relacionada con el embarazo, uso de anticonceptivos orales o terapia con estrógenos, mientras que la concentración de T3L permanece básicamente sin cambio.
Cabe destacar que los valores de T3 libres son más estables y es más difícil que se disminuyan aún en casos de hipotiroidismo. Sin embargo, se ve aumentada en el hipertiroidismo originado por nódulos tiroideos.
En ocasiones se hace necesario complementar el estudio del perfil tiroideo con otras pruebas tales, como: tiroglobulina (TBG), gammagrafía, anticuerpos de peroxidasa tiroideos (anti TPO), anticuerpos antitiroglobulina, ecografía tiroidea, punción aspirativa con aguja fina (PAAF) e inmunoglobulina estimulante del tiroides (TSI), entre otras.
Cuantificación del perfil tiroideo
Las técnicas de laboratorio para el análisis de estas hormonas han variado con el tiempo. Antiguamente eran menos sensibles, pero hoy día se cuentan con metodologías muy avanzadas (ultrasensibles).
La TSH anteriormente se media por RIA (Radio Inmuno Análisis). Hoy día se cuenta con la técnica de IRMA (Análisis Inmunorradiométrico) y también con la técnica de quimioluminiscencia.
T3L y T3 total se mide por RIA y por IRMA, mientras que T4L y T4 total por quimioluminiscencia. También algunas de estas determinaciones se encuentran disponibles por la técnica de ELISA (Enzima inmuno ensayo).
Las pruebas se realizan en suero. El paciente no necesita ningún tipo de preparación previa.
Valores referenciales del perfil tiroideo
Algunas organizaciones como la Third National Health and Nutrition Examination Survey III han tratado de establecer valores normales para estas hormonas.
Esto no ha sido tarea fácil, por lo que otras organizaciones como el Comité Nacional de Estándares de Laboratorios clínicos recomiendan que se establezcan los valores normales en cada región, utilizando los percentiles 2,5 y 97,5.
Sin embargo, la mayoría de los kits de determinación de T3 total, T3 libre, T4 total, T4 libre y TSH manejan cifras de referencias.
– TSH
Un valor de TSH normal ayuda a descartar el hipertiroidismo o hipotiroidismo primario. Es la determinación principal que debe realizarse.
TSH: 0,39 – 6,82 μUI/L.
– T3 libre y T4 libre
T3L: 1,4 – 4,2 pg/mL.
T4L: 0,80 – 2,0 ng/dL.
– T3 total y T4 total
T3 total: 60-181 ng/dl.
T4 total: 4,5 y 12,5 μg/dL.
– Embarazadas
TSH
Primer trimestre: 2,5 μUI/ml.
Segundo trimestre: 0,1-5,5 μUI/ml.
Tercer trimestre: 0,5-7,6 μUI/ml.
T3L y T4L
T3L: 1,8-4,2 pg/mL.
T4L: 0,76 – 2,24 ng/dL.
– Adulto mayor
TSH: 0,39 – 7,5 μUI/L.
Alteración del perfil tiroideo
La T3 libre
Está aumentada en:
-Hipertiroidismo (inducido por fármacos como la amiodarona).
-Bocio congénito (por disfunción de la tiroperoxidasa o disminución de la tiroglobulina).
-Pacientes con bocio multinodular tratados con yodo (tirotoxicosis por yodo).
-Aumento de la producción de TSH por tumores pituitarios.
-Síndrome de resistencia a las hormonas tiroideas.
La determinación de T3L es útil en el hipertiroidismo cuando la TSH está muy baja.
La T3L está disminuida en:
La T3L es la hormona más estable, por tanto es difícil encontrar valores bajos. En todo caso, se observa disminuida cuando hay valores muy altos de TSH. Curiosamente la T3L siendo la hormona tiroidea biológicamente más importante es la que tiene menor utilidad en el diagnóstico de hipotiroidismo. Es más útil en caso de hipertiroidismo, al igual que la T3 total.
T4 libre
Se aumenta en el hipertiroidismo primario o secundario. También en pacientes que usan anticonceptivos orales. Está disminuida en el hipotiroidismo primario.
T3 total
Se aumentan en el embarazo, en el adenoma productor de TSH, en el síndrome de Refetoff o resistencia a hormonas tiroideas. Se encuentran disminuidas en la deficiencia congénita de TBG, en el ayuno prolongado, infarto al miocardio, síndrome febril, tumores, septicemia, entre otras.
T4 total
Está aumentado en el embarazo, en la hepatitis crónica, en el adenoma productor de TSH, en la obesidad, en la miastenia gravis, síndrome de Refetoff o resistencia a hormonas tiroideas, entre otras causas.
Se disminuye en la dieta pobre en yodo, hipoalbuminemia, en pacientes celíacos, enfermedades que cursan con pérdida de proteínas, en la panhipopituarismo, entre otras causas.
TSH
Valores de TSH por encima de 20 μUI/L con T4L baja se presentan en el hipotiroidismo primario. Cifras elevadas de TSH y T4L elevada indican hiperproducción de TSH por defecto de la hipófisis. En el caso de hipotiroidismo subclínico la TSH está elevada pero la T4L está normal.
Por otra parte, cifras por debajo de 0,1 μUI/L de TSH y T4L alta indican hipertiroidismo primario. En el hipertiroidismo subclínico la TSH está baja pero la T4 L está normal.
Otra posibilidad es TSH baja, con T4L normal y T3L normal esto indica hipertiroidismo subclínico o adenoma tiroideo y en el caso de TSH baja con T4L normal y T3L alta indica T3- toxicosis.
Finalmente, TSH baja con T3L baja y T4L baja posible hipopituitarismo.
Patologías
Hipotiroidismo
Es una enfermedad que se caracteriza por una disfunción de la glándula tiroides y por tanto hay disminución en la producción de las hormonas tiroideas. Los signos y síntomas que hacen pensar en hipotiroidismo son los relacionados al enlentecimiento del metabolismo.
Por tanto, se debe sospechar de hipotiroidismo en pacientes que refieran, debilidad, cansancio, somnolencia, intolerancia al frío, obesidad, pérdida de la memoria, estreñimiento, fragilidad del cuero cabelludo, desórdenes menstruales, entre otros.
Se diagnostica con la determinación de la hormona TSH que se encuentra elevada.
La causa más común de hipotiroidismo es la enfermedad de Hashimoto, una enfermedad autoinmune donde se producen anticuerpos en contra de la glándula tiroides.
Hipertiroidismo o tirotoxicosis
La causa más frecuente es la enfermedad de Graves. Esta se caracteriza por la producción de anticuerpos autoinmunes que estimulan los receptores específicos de la TSH generando una hiperproducción de los niveles de T3 y T4.
Esta situación acelera el metabolismo y, por tanto, se observa astenia, pérdida de peso, taquicardias, disnea, intolerancia al calor, ansiedad, sudoración o nerviosismo, entre otros.
Existen signos físicos que hacen el diagnóstico de tirotoxicosis como la observación de oftalmopatía, dermopatía y acropaquia o hipocartismo digital. Sin embargo, no siempre están presentes y la manera de hacer el diagnóstico es a través de los análisis de laboratorio.
La TSH se encuentra extremadamente baja y la T4L elevada. En caso de la presencia de nódulos tiroideos tóxicos, el hipertiroidismo cursa con TSH baja, T4L normal y T3 libre elevada.
Hay situaciones en las que puede haber elevación fisiológica de la TSH. Por ejemplo, es frecuente observar en los primeros 3 meses de embarazo un aumento de la TSH, lo que se denomina hipertiroidismo gestacional. Las altas concentraciones de HCG pueden estimular al tiroides debido a su similitud con la TSH.
Además, la tiroglobulina se aumenta en el estado de gravidez y esto hace que se aumenten los valores de T3 total y T4 total y disminuyan los de T4 libre. Para calcular el valor normal de T4 total de la embarazada se multiplica el valor de la T4 T de la mujer no embarazada por 1,5.
Así mismo, en la etapa de adulto mayor hay tendencia a la elevación de los niveles de TSH.
Bocio
Se le denomina bocio al aumento de la glándula tiroides. El perfil tiroideo en estos pacientes es variado y depende del tipo de bocio. Puede presentarse con hormonas normales, aumentadas o disminuidas. Es decir, que la glándula puede estar normofuncionante, hiperfuncionante o hipofuncionante respectivamente.
Referencias
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